¿Tenemos la oportunidad de hacer mejor (en todos los sentidos) nuestros alimentos?
Actualmente, uno de los factores directamente asociados con el riesgo de padecer enfermedades y con la mortalidad son las dietas no saludables. Estas dietas se caracterizan por un bajo consumo de frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, un contenido pobre en ácidos grasos esenciales, fibras y un alto contenido en azúcar, sal, grasas no saludables y aditivos. Estas dietas y la baja ingesta de nutrientes esenciales tienen todavía un mayor interés en grupos más vulnerables, despertando la necesidad de emprender un camino de cambio.
Como parte de la necesidad de hacer los sistemas alimentarios más saludables y sostenibles, se requieren dietas más saludables y sostenibles en las que los alimentos estén formulados de una manera más acorde a las recomendaciones nutricionales, a los gustos de los consumidores, más adaptados a los límites de los recursos existentes en el planeta, al avance y disponibilidad de la tecnología, todo ello dentro del marco de la regulación vigente.
La industria alimentaria se ha convertido en uno de los puntos centrales de la Agenda mundial de Desarrollo Sostenible debido a su contribución al PIB y a la importancia en el aseguramiento de la alimentación en países desarrollados y en desarrollo. En la necesidad implícita del compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es necesario hacer verdaderos esfuerzos para asegurar la eficiencia en la industria alimentaria. Como parte de esta estrategia, la innovación representa un importante recurso de ventaja competitiva para el sector.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la reformulación es una estrategia crítica para lograr estos ODS y más aún, con la premisa de que estos alimentos tengan un coste accesible.
¡Vamos a ello!
La reformulación o la modificación de la composición o de la forma de procesado de alimentos y bebidas es la opción perfecta para mejorarlos, sustituyendo o eliminando aquellos componentes que pueden ser potencialmente críticos para nuestra salud o incrementando aquellos que aportan algún beneficio. La reformulación se apoya en las bases de la tecnología de alimentos, pero necesita de la innovación para dar ese pasito de los alimentos ya existentes hacia aquellos con un concepto más actualizado y global con las tendencias de salud y sostenibilidad.
Así, la innovación en el desarrollo de alimentos es crucial a la hora no solo de lanzar nuevos productos al mercado, sino también de mejorar y hacer más eficientes los procesos propios de la industria alimentaria y en su misión de satisfacer las necesidades de los consumidores.
Lo ideal, desde mi punto de vista, sería poner el foco en crear productos que contribuyan a una dieta saludable dentro del marco imperioso de las necesidades actuales y futuras de eficiencia de los procesos e integrando el uso de tecnologías que faciliten toda esta labor.
Así, la innovación en productos de alimentación y reformulación incluye la mejora desde el punto de vista nutricional; reducción de sal, de azúcar o de grasa, por citar algunos ejemplos más que conocidos, o la incorporación de ingredientes que incrementen su valor como fibra dietética, vitaminas y minerales.
¿Cuál es el punto de equilibrio y qué debemos tener en cuenta para innovar en reformulación de alimentos?
Primero, debemos poner el foco en cuál o cuáles son los aspectos a reformular para integrar en ese primer punto todos los factores mencionados. Realmente, son muchos los aspectos a tener en cuenta, pero vamos a recoger algunos de los más relevantes:
Aspectos tecnológicos: incorporación de ingredientes para enriquecer o reducción de ingredientes para mejorar el perfil nutricional, ingredientes para generar una funcionalidad dentro del producto (textura, viscosidad, conservación…) y la compatibilidad en la formulación con el resto de ingredientes, coste de producción (ingredientes, energía, agua), necesidad de un envasado especial, de una nueva tecnología.
Consideraciones organolépticas: mejora de perfil sensorial, de textura, de apariencia.
Tendencias de mercado: formatos, tamaños, incremento de vida útil, demanda específica de consumidores (alergias, intolerancias, etc.), demanda de sostenibilidad.
Otros aspectos: costes asociados, impacto sobre el medio ambiente, vías de comercialización, normativas aplicables, etc.
Como vemos, no cabe duda de que estamos ante una aventura compleja para integrar todos nuestros deseos en un solo producto.
En cualquier caso, y con el objetivo claro de a dónde queremos llegar, debemos tener en cuenta el tipo o tipos de ingredientes que vamos a utilizar en la reformulación, cómo afectarán desde el punto de vista tecnológico, la legislación que aplica al producto y los parámetros relacionados con la seguridad y vida útil, y por encima de todo, la aceptación sensorial por parte de los consumidores.
La industria alimentaria debe enfocar sus esfuerzos de forma alineada con las estrategias de salud y promover alimentos con mejor perfil nutricional, además de más sostenibles y competitivos. En este sentido, alinear todos los puntos que sustentan este cambio incluye la necesidad de innovar de una manera inteligente, basada en la evidencia científica con alimentos más saludables, más sostenibles y seguros donde el uso de la tecnología y la integración de la economía circular estén naturalmente presentes.
Allanar este camino entre la ciencia y el mercado es objetivo de CARTIF, en donde, desde el área de Alimentación trabajamos en la generación de propuestas de valor para la industria alimentaria, desarrollando alimentos saludables e innovadores que aúnen viabilidad técnica, rentabilidad económica y siempre a demanda del consumidor. De esta manera, también desde el área de Alimentación contribuimos al desarrollo sostenible en pro de favorecer una sociedad más próspera, con lo que mejor sabemos hacer: innovar.
Imagina descubrir que el piloto de tu próximo vuelo estará usando el Apple Vision Pro mientras está al mando del avión. ¿Te sentirías cómodo subiendo a ese avión? Si tu respuesta es no, es posible que pienses que el piloto es un imprudente y tu vida está en riesgo. Por otro lado, si respondes si, es probable que conozcas el potencial de emplear este dispositivo en dicha situación.
Recientemente el mundo se vio envuelto en este debate cuando un piloto en Estados Unidos fue grabado usando el Apple Vision Pro durante un vuelo. El piloto en cuestión afirmaba haber mejorado su productividad con este dispositivo1. Sin embargo, recibió críticas significativas y tuvo que disculparse tras eliminar el vídeo.
¿Por qué este caso indignó tanto? En realidad, son muchos los sectores donde se utilizan este tipo de dispositivos diariamente, como la cirugía, la arquitectura, la ingeniería y la formación. La razón es simple: estamos progresando.Aunque los humanos somos escépticos ante nuevas tecnologías, reconocemos que pueden mejorar nuestras vidas. Un ejemplo claro es el comercio electrónico; cuando comenzó, muchas personas pensaban que era peligroso. Ahora, Amazon es la quinta empresa más valiosa de Estados Unidos y en España, el 39% de la población compra de manera online al menos una vez al mes2.
Es probable que con el tiempo este sentimiento también se disipe en el caso de la realidad extendida. Este término, que engloba la realidad virtual, realidad aumentada y realidad mixta, puede resultar confuso para muchos. Cada tecnología tiene un propósito específico basado en el nivel de inmersión: la realidad virtual crea entornos completamente digitales, la realidad aumentada superpone elementos digitales en la realidad física y la realidad mixta combina ambas para dar conciencia espacial a los elementos digitales. Este concepto comprende mejor si se observa la siguiente imagen.
Diferencias entre realidad virtual, aumentada y mixta. Fuente: Avi Barel3
En la imagen, se puede apreciar cómo en realidad mixta, un objeto como un pato de goma puede reconocer su entorno y posicionarse detrás de una mesa en lugar de atravesarla como lo haría en realidad aumentada. ¡Esta es la magia de la realidad mixta!
Aunque el Apple Vision Pro tiene características increíbles, dispositivos similares existen desde hace tiempo, algo que en CARTIF se sabe bien. Por eso, desde hace tiempo en la División de Sistemas Industriales y Digitales empleamos el dispositivo de realidad mixta Microsoft HoloLens 2, para cumplir diversos propósitos.
En el proyecto Baterurgia, estamos usando esta tecnología para automatizar el desmontaje de baterías de coches eléctricos y, favoreciendo la interacción humano-robot. Para lograrlo. nos apoyamos en la robótica y la visión artificial para detectar los tornillos presentes en una batería. A través de las lentes del Microsoft Hololens 2, el operario observa hologramas que indican la posición de los tornillos en el espacio. El operario puede seleccionar un tornillo con el dedo o la mirada y dar órdenes al robot mediante comandos de voz. El sistema ofrece retroalimentación sobre el progreso de la actividad, permitiendo que el operario realice otras tareas simultáneamente.
Secuencia de recogida de un tornillo (Grabado con Microsoft HoloLens 2)
Visualización de la imagen de la cámara con los tornillos detectados.
Señalización de los tornillos.
El operario elige un tornillo.
El robot recoge el tornillo elegido.
Como has visto, la realidad mixta está ganando popularidad y se está aplicando en más sectores. El alto costo de productos como Apple Vision Pro y Microsoft Hololens 2, que rondan los $3500, es una limitación importante. No obstante, nuevos dispositivos más asequibles como Meta Quest 3, que cuesta alrededor de $500, están haciendo que esta tecnología sea más accesible para empresas y usuarios. En esta línea, se prevé que la cantidad de ventas mundiales de dispositivos de realidad extendida aumente a 105 millones para 20254.
Si este post te ha intrigado y deseas explorar más sobre la realidad extendida y su impacto, ¡Estaré encantado de compartir más información contigo!
En un mundo en el que la sostenibilidad ocupa un lugar cada vez más destacado entre nuestras preocupaciones, la necesidad de soluciones innovadoras para transformar nuestro entorno construido es más acuciante que nunca. El estado actual del parque edificatorio de la UE supone un reto importante, actuando como uno de los mayores consumidores de energía de Europa y responsable de más de un tercio de las emisiones de la UE.
Reconociendo la urgencia de la situación, la Comisión Europea desvela una nueva estrategia en octubre de 2020: «Una ola de renovación para Europa: edificios más verdes, crear empleo y mejorar vidas» Esta estrategia representa un paso adelante crucial, con el objetivo de incentivar las inversiones en renovación y apoyar la implementación de métodos y tecnologías eficientes.
A pesar de estos esfuerzos, la realidad sigue siendo cruda – más del 75% del parque inmobiliario de la Unión Europea no es eficiente energéticamente, y el índice anual de renovación languidece en un mero 1%. La estrategia enfatiza en la necesidad de renovaciones profundas, es decir, que reduzcan el consumo de energía en más de un 60%. ¿El objetivo general? Duplicar los índices anuales de renovación energética en la próxima década, no sólo para reducir las emisiones, sino para mejorar la calidad de vida de los residentes y crear empleos ecológicos en el sector de la construcción.
Para alcanzar la profundidad y volumen de renovación necesarios, es esencial contar con un sector de la construcción fuerte y competitivo. Adoptar la innovación y sostenibilidad es primordial para incrementar la calidad y reducir los costes de producción e instalación. El partenariado europeo Built4People destaca tres pilares cruciales para este empeño:
Soluciones tecnológicas industrializadas: Adopción de tecnologías avanzadas para optimizar los procesos de construcción.
Digitalización del sector de la construcción: Aprovechando herramientas digitales como el Building Information Modelling (BIM) para mejorar la transparencia y eficiencia.
Integración de los principios de circularidad: Incorporación de principios de economía circular en toda la cadena de valor, desde el aprovisionamiento de materiales hasta la gestión de residuos.
En medio de esta necesidad apremiante de innovación en materia de renovación, REHOUSE emerge como un faro de esperanza. Coordinado por CARTIF y en el marco del programa Horizonte Europa, REHOUSE está preparado para liderar la innovación en el sector de la construcción. Con un enfoque centrado en las renovaciones profundas y los principios de circularidad, REHOUSE tiene como objetivo desarrollar y demostrar ocho paquetes de renovación que incorporan innovaciones tecnológicas prometedoras hasta TRL 7 (sistema piloto integrado demostrado).
Estos paquetes de renovación están meticulosamente diseñados para superar las principales barreras que impiden mejorar los actuales ratios de renovación de la UE. A través de la integración de elementos activos/pasivos, la prefabricación y la construcción fuera de obra, REHOUSE busca ofrecer soluciones de renovación asequibles y sostenibles con la flexibilidad necesaria para abordar casi el 100% de los retos de renovación de edificios a nivel de la UE.
Pero lo que realmente distingue a REHOUSE es su enfoque centrado en las personas. Al implicar activamente a los residentes y propietarios de edificios durante el proceso de renovación, el proyecto asegura que las soluciones no solo sean sostenibles, sino también asequibles, satisfactorias y atractivas.
REHOUSE está ahora en su ecuador, demostrando notables avances y logros. El proyecto ya ha establecido las bases para de la estrategia de innovación social, ha detallado las especificaciones de las soluciones innovadoras, y ha elaborado versiones digitales de los paquetes de renovación. Además, se ha completado un marco de evaluación innovador y un diagnóstico técnico de los edificios de demostración. La validación de los paquetes de renovación (RP) está en marcha para alcanzar el TRL6 (sistema prototipo verificado), acompañada del desarrollo de directrices para su industrialización. Además, el proyecto está definiendo activamente las especificaciones del Libro de Registro Digital de Edificios, diseñando y preparando los cimientos para la posterior construcción de los sitios de demostración, y definiendo el camino hacia la consecución del mercado una vez concluido el proyecto. Estos esfuerzos marcan el comienzo del camino para revolucionar los procesos de renovación, impulsados por la innovación y la colaboración.
Únete a nosotros en este viaje transformador para allanar el camino hacia un mañana más verde y brillante con REHOUSE. Juntos podemos remodelar nuestro entorno construido, crear espacios sostenibles y preservar nuestro planeta para las generaciones venideras.
Este proyecto ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizonte Europa de la Unión Europea bajo el acuerdo No 101079951.
Si a cualquiera de nosotros nos preguntan qué sabemos de Asia Central, quizás podamos decir que es una región geográfica ubicada en el corazón del continente asiático compuesta por varios países surgidos por la desintegración de la URSS. Quizás podamos incluso nombrar alguno de ellos e incluso destacar la gran diversidad étnica y cultural de zona, o su riqueza en recursos naturales, especialmente en gas natural y petróleo. Pero, sobre todo, a la mayoría nos viene a la cabeza la importancia que tuvo esta región en la historia por la Ruta de la Seda, una antigua red comercial que conectaba Oriente y Occidente. Lo que quizás pocos sabrán, es el papel clave que actualmente juega esta región en el panorama energético mundial.
Entendiendo las razones de este papel clave
Formada por Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, la región que alberga una población de más de 70 millones de personas, con proyecciones de alcanzar los 90 millones para 2050, está caracterizada por poseer una diversidad de paisajes, desde altos pastos y montañas hasta grandes desiertos y estepas, y varios ríos transfronterizos, lo que hace de esta región independiente en términos de agua, energía y alimentos. Pero, por otro lado, la distribución de estos recursos, no es uniforme; mientras que los países aguas arriba –Kirguistán y Tayikistán- son ricos en recursos hídricos, los países aguas abajo –Kazajstán, Turkmenistán y Uzbekistán- son valiosos en cuanto a hidrocarburos. Es por lo que, tras el derrumbe del sistema soviético y la aparición de las fronteras entre ellos, estos países enfrentan grandes desafíos en términos de desarrollo económico y político, así como retos ambientales relacionados con la gestión de sus recursos naturales, principalmente en uso del agua, tanto para la generación de energía y las demandas agrícolas, entre los países situados aguas arriba con los situados aguas abajo (ya que si los primeros consumen demasiado agua, a los segundos no les llega la necesaria para cubrir sus demandas de la misma forma que lo hicieron los primeros).
La gran oportunidad de la energía hidroeléctrica a pequeña escala
La energía hidroeléctrica a pequeña escala se basa en el aprovechamiento de la energía cinética del agua, como cauce de los ríos, pequeños saltos de agua o canales de riego, para de esta forma generar energía eléctrica en una pequeña central hidroeléctrica. En la región de estudio, la energía hidroeléctrica a pequeña se erige como una gran oportunidad para aprovechar la presencia de los numerosos ríos y corrientes de agua para generar electricidad de manera sostenible y descentralizada, a la vez que lo que se provee a las comunidades locales de una fuente económica diversificando la generación energética. Sin embargo, es importante evaluar cuidadosamente los impactos ambientales y sociales de cada iniciativa en cada uno de los países de la región, así como garantizar una planificación y gestión adecuada para evitar posibles conflictos y daños ecológicos.
Los cinco países de Asia central, en los últimos años, se encuentran inmersos en la realización de estudios detallados para sacar partido a sus recursos energéticos renovables, es por ello, que se han realizado estudios de viabilidad de la energía hidroeléctrica a pequeña escala en la región con diferentes resultados e implementaciones hasta la fecha, rehabilitando presas o construyendo nuevas.
En base a estos estudios, podemos inferir que Tayikistán y Turkmenistán muestran un gran potencial hidroeléctrico, pero solo una fracción mínima ha sido explotada a día de hoy. Por otro lado, Uzbekistán enfrenta desafíos debido a la alteración de los caudales fluviales, mientras que Turkmenistán ha desarrollado escasamente su capacidad hidroeléctrica. Kazajstán está trabajando en incrementar su capacidad de energías renovables, entre ellas, la hidroeléctrica. En resumen, cada país está implementando iniciativas específicas para aprovechar su potencial hidroeléctrico y mejorar su infraestructura energética, pero siguen enfrentando desafíos relacionados con la distribución desigual de recursos hídricos.
En CARTIF, mediante el proyectoHydro4U1, estamos apoyando a la región a abordar este gran desafío de forma que se pueda asegurar un suministro sostenible de agua, energía y alimentos, así como desarrollar una resiliencia al cambio climático, todo esto alineado con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Para ello, estamos desarrollando un modelo en dinámica de sistemas, para estudiar la relaciones del Nexo Agua-Alimentos-Energía (WFE, por sus siglas en inglés), y gracias a él evaluar cómo afectará la implantación de determinadas políticas en la seguridad energética e hídrica y en el clima (o en la lucha contra el cambio climático) de estos países. Cabe destacar que nuestro principal objetivo, aparte de los mencionados anteriormente, es maximizar la producción de energía eléctrica renovable a través del despliegue de centrales hidroeléctricas a pequeña escala, asegurando siempre en primera instancia la cobertura del resto de demandas hídricas (abastecimiento de la población, obtención de alimentos, industrial, etc.), teniendo en cuenta los distintos escenarios de cambio climático que la comunidad científica baraja (SSP126, SSP245, SSP585) para ver su impacto en la disponibilidad de recursos hídricos. ¡Un reto complejo que está por conseguir!
1 Este proyecto ha recibido financiación del programa de innovación y desarrollo de la Unión Europea Horizon 2020 bajo el acuerdo No 101022905
Se entiende por esencia aquello que constituye la naturaleza de las cosas, lo que es permanente e invariable de ellas. Se entiende por esencia los caracteres invariables que hacen que una cosa sea lo que es y sin los cuales no lo sería.
La trayectoria de 15 años trabajando en un centro tecnológico me ha permitido darme cuenta y valorar la importancia que tiene el conservar la esencia por la cual se crean los Centros Tecnológicos (CCTT a partir de ahora).
Los CCTT según se conciben son las bisagras de la innovación al abrir y cerrar las oportunidades de los sistemas de innovación y al tener la misión de conectar los otros cuatro agentes de los sistemas: las administraciones públicas, los organismos de investigación, las empresas y la sociedad. Teniendo los centros ese papel tan relevante de unir ciencia y financiación con competitividad y valor, se necesita un fuerte y claro compromiso a largo plazo por todos los agentes para conseguir conglomerados de CCTT robustos en cuanto a su tamaño y disponibilidad de recursos e infraestructuras. Sin entrar en quien fue antes si el huevo o la gallina, hay numerosos ejemplos que demuestran la relación entre la competitividad y prosperidad de las regiones y la existencia de CCTT asentados que han sido capaces de conducir la ciencia hacia su explotación.
Los CCTT son esas entidades que deben afanarse por buscar la colaboración para valorizar los resultados y no para la generación de ciencia pura, son esas entidades que actúan de palanca para mover la cultura innovadora de las regiones alimentando de valor y de crecimiento a la sociedad. Son entidades que buscan la transferencia del conocimiento generando impacto. Se trata de los agentes claves para el apalancamiento de fondos dirigidos a aumentar la competitividad empresarial y en definitiva son los agentes que engrasan la rueda de la innovación para que se convierta en un círculo virtuoso de las regiones.
Lo que nos debe definir y diferenciar a los CCTT es el impacto que generamos en los ecosistemas industriales a los que pertenecemos, impacto medido desde un punto de vista económico y social. Es por ello que un Centro Tecnológico puro que conserve su esencia debe poder influir y modificar de manera incremental una tecnología y adaptarla a la resolución de un problema. Por ello, los CCTT deben centrar su estrategia de sostenibilidad y crecimiento en elegir sobre qué tecnología o tecnologías actuar para generar valor. La tendencia más habitual que desvirtúa el rol de un CT y lo aleja de su esencia, es centrar su estrategia en un sector. El sector no debe ser el medio si no el fin. No hay sectores estratégicos, si no tecnologías (si no, deberíamos llamarnos centros sectoriales, y no tecnológicos). Si conoces y controlas muy bien una tecnología, no tendrá impedimentos de pertenecer a la cadena de valor de ningún sector y podrás ser excelente en la tecnología y aportar valor a los ecosistemas implementándola, podrás tener la esencia de un centro tecnológico.
Los CCTT debemos encontrar, defender, y trabajar en mantener nuestro rol dentro de los ecosistemas industriales a los que pertenecemos, pero sobre todo en mantener la esencia por la cual existimos, trabajar para y por las empresas y la sociedad para la generación de valor, el crecimiento sostenible y la prosperidad. En definitiva, debemos trabajar para generar innovación porque solo así, conservaremos nuestra esencia.
En la lucha contra el cambio climático, la innovación tecnológica se presenta como uno de nuestros aliados más poderosos. Una de las áreas más prometedoras y desafiantes en este sentido es la transformación del dióxido de carbono (CO2), un gas de efecto invernadero prevalente, en materias primas útiles para la industria y el transporte. Este enfoque no solo promete mitigar las emisiones de gases efecto invernadero, sino que también abre la puerta a una economía circular donde los residuos se convierten en recursos.
Desafíos y oportunidades del CO2 como materia prima para industria
El CO2 es el principal contribuyente al calentamiento global, producto que surge principalmente de la quema de combustibles fósiles y la deforestación. La concentración de CO2 en la atmósfera ha alcanzado niveles sin precedentes, lo que hace imperativo encontrar maneras efectivas de reducir estas emisiones. La captura y utilización de CO2 se presenta como una estrategia prometedora, transformando este gas en productos valiosos, lo cual podría revolucionar sectores como el transporte y la manufactura, reduciendo significativamente nuestra huella de carbono.
Conversión de CO2 en productos de valor añadido: tecnologías clave para afrontar el reto de la descarbonización de la industria y la economía
La transformación del CO2 en materias primas implica varios métodos, entre los que destacan la electroquímica, la catálisis y la biotecnología. Estas tecnologías buscan convertir el CO2 en combustibles, plásticos, materiales de construcción y otros químicos industriales, que básicamente se clasifican en tres tipos:
Biotecnología: basadas en procesos biológicos de fermentación con sustrato en fase gas-líquido. Utiliza organismos modificados genéticamente, como microalgas y bacterias, para absorber CO2 y convertirlo en biocombustibles y productos químicos. Esta aproximación ofrece el potencial de procesos altamente sostenibles que pueden operar en condiciones ambientales.
Metanol
Tecnología electroquímica: basada en la utilización de energía eléctrica y diferencia de potencial entre dos electrodos para reducir el CO2 en productos químicos de valor añadido (por ejemplo, metanol, ácido fórmico, etc.), que puede ser utilizado como combustible de tipo e-fuel, moléculas verdes portadoras de H2, o precursores químicos para uso industrial. La eficiencia de estos procesos ha mejorado significativamente, pero aún enfrentan desafíos en términos de escalabilidad y costos.
Procesos químico-catalíticos: basados en el uso de catalizadores para activar y acelerar la reacción química y transformación del CO2 en productos de valor añadido (metano, metanol, dimetil-éter, etc.). Las líneas de investigación actuales están explorando nuevos catalizadores que puedan operar a bajas temperaturas y presiones, haciendo el proceso más energéticamente eficiente y económicamente viable.
Por otra parte, la transformación de CO2 enfrenta obstáculos técnicos, económicos y regulatorios. La eficiencia energética, la reducción de costos y la integración de estas tecnologías en la infraestructura existente son desafíos clave. Además, se requiere un marco regulatorio que promueva la inversión en estas tecnologías y la utilización de productos derivados del CO2.
A pesar de estos desafíos, la captura y usos de CO2 como fuente de carbono renovable y para contribuir a la descarbonización de la industria y el transporte, ofrece una oportunidad sin precedentes para mitigar el cambio climático y avanzar hacia una economía más sostenible y circular. Al convertir un problema en una solución, podemos desbloquear nuevas vías para la sostenibilidad ambiental, la innovación tecnológica y el crecimiento económico. La colaboración entre gobiernos, industrias y comunidades científicas será fundamental para superar estos desafíos y aprovechar el potencial de estas tecnologías para un futuro más verde.
Proyectos de I+D comoCO2SMOS, coordinado por el área de Biotecnología y Química Sostenible de CARTIF, tiene como objetivo desarrollar un conjunto de tecnologías innovadoras, escalables y directamente aplicadas en el sector de las industrias bio-basadas que ayudará a convertir las emisiones de CO2 biogénico en productos químicos de valor añadido para su uso directo en la síntesis de bioproductos materiales de baja huella de carbono. Para ello, se propone una solución híbrida integrada que combina tecnologías innovadoras y procesos intensificados de conversión electroquímica/catalítica y fermentación de precisión, junto con el uso de fuentes de vectores renovable como H2 verde y biomasa. Elementos clave para alcanzar el objetivo de cero-emisiones y neutralidad climática de la industria.