El sector de la construcción ha ido evolucionando con el paso de los años y, con él, los procesos y productos se han ido adaptando poco a poco a las necesidades del mercado en cada momento. Desde CARTIF llevamos alrededor de treinta años investigando y trabajando en el campo de las infraestructuras y la edificación para transformar la arquitectura, y así poder desarrollar soluciones tecnológicas centradas en la construcción sostenible e inteligente.
Actuamos en diferentes campos de aplicación con especial énfasis en la sensorización y monitorización de infraestructuras, en la integración de energías renovables en edificación, así como en tecnologías de impresión 3D en construcción, dispositivos y redes IoT (Internet of Things o Internet de las Cosas).
En la ruta hacia la búsqueda del hogar inteligente, CARTIF investiga en la rehabilitación y mantenimiento preventivo de edificios, digitalización y medición 3D, en simulación FEM, en el desarrollo de nuevos materiales con propiedades innovadoras y soluciones para la logística y el transporte.
Una prueba de ello es el proyecto METABUILDING Labs, donde lideramos la construcción de red de bancos de pruebas de componentes de fachadas.
El objetivo principal de este proyecto, financiado por el programa europeo Horizon 2020 y formado por un consorcio de 40 socios procedentes de 13 países europeos, es contribuir un Ecosistema Europeo de Innovación y una red de Bancos de Pruebas de Innovación Abierta (OITB) competitiva, sostenible e inclusiva, que estimule la inversión en tecnologías de vanguardia para envolventes de edificios.
Con la vista puesta en la optimización de la calidad técnica y medioambiental de los productos constructivos, el consorcio del proyecto está impulsando el desarrollo de estas tecnologías, facilitando el acceso a servicios e infraestructuras para la creación de prototipos, testeo y certificación. La plataforma metabuilding.com sirve como acceso virtual y único a este potente ecosistema de innovación, que incluye una amplia red de instalaciones del testeo.
Como complemento, durante el proyecto se han diseñado y desarrollado instalaciones innovadoras, replicables, estandarizadas y rentables, conocidas como O3BET (Open Source/Data/Access Building Envelope Testbench) para poder testear componentes innovadores para envolventes en condiciones reales a escala 1:1.
Desde CARTIF hemos estado involucrados en la definición de los requisitos y especificaciones del prototipo de este O3BET y ha construido el primer y único banco de pruebas de estas características en España, que está ubicado en el Parque Tecnológico de Boecillo, junto a nuestras instalaciones. A través de él se busca continuar trabajando en la puesta en marcha, la definición de ensayos y servicios, el desarrollo del gemelo digital correspondiente, así como en la réplica de este banco de pruebas que será construido en otros siete países más de la Unión Europea.
Este hecho supone un hito que queremos seguir trasladando a todas las empresas del sector de la rehabilitación de edificios, especialmente las PyMES, para facilitar su acceso a herramientas de ensayo altamente innovadoras. Y, en definitiva, para mejorar la sostenibilidad de la construcción.
En un mundo cada vez más globalizado, la tendencia a consumir productos locales y optar por cadenas cortas de distribución se ha vuelto cada vez más relevante. Este enfoque no solo tiene implicaciones económicas, sino también ambientales y sociales, que repercuten positivamente en los ciudadanos y en el planeta. Sin embargo, esta tendencia está lejos de establecerse como nuestra rutina de compra de alimentos.
De acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación 2021, los alimentos se distribuyen principalmente a través de supermercados, hipermercados y tiendas de descuento alcanzando un 73% de las ventas1, mientras que la tienda tradicional distribuye un 18% de los alimentos. A nivel europeo, las ventas directas entre agricultores y consumidores solo representan el 2% del mercado de alimentos frescos2.
Algunas formas de venta de productos locales o de proximidad a través de cadenas cortas de distribución son, por ejemplo, los mercados de productores, la venta directa en granja o la agricultura sostenida por la comunidad (CSA, por sus siglas en inglés), un modelo en el que los consumidores compran suscripciones directamente a los agricultores y a cambio reciben regularmente productos frescos, como frutas, verduras y a veces carnes o lácteos, durante la temporada de cosecha.
Consumir productos locales fortalece la economía de nuestra región. Al comprar directamente a productores y agricultores locales, se fomenta el crecimiento de pequeñas y medianas empresas, generando empleo y manteniendo los recursos dentro de la comunidad. Este ciclo de consumo y producción local ayuda a crear una economía más resiliente y menos dependiente de fluctuaciones globales.
Las cadenas cortas de distribución, caracterizadas por la mínima cantidad de intermediarios entre el productor y el consumidor, tienen un impacto directo en la frescura y calidad de los productos. Al reducir el tiempo y la distancia de transporte, los alimentos llegan más frescos y nutritivos a nuestras mesas. Además, esta reducción en el transporte disminuye las emisiones de carbono y la huella ecológica, contribuyendo significativamente a la lucha contra el cambio climático.
Desde una perspectiva social, el consumo local fortalece los lazos sociales. Conocer a los productores y entender el origen de los productos que consumimos crea una conexión más profunda y un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia nuestra comunidad. Esta relación directa también permite un comercio más justo, donde los productores reciben una remuneración adecuada por su trabajo, evitando la explotación y promoviendo condiciones laborales dignas.
En términos de sostenibilidad, las cadenas cortas de distribución fomentan prácticas agrícolas y de producción más responsables y sostenibles. Los productores locales suelen adoptar métodos de cultivo más respetuosos con el medio ambiente, como la agricultura orgánica o regenerativa, que preservan la biodiversidad y mejoran la salud del suelo. Esto contrasta con las prácticas intensivas y a gran escala de las industrias alimentarias globales, que a menudo resultan en la degradación ambiental y pérdida de recursos naturales.
Sin embargo, existen barreras que no están permitiendo el despegue de este tipo de distribución. Las principales limitaciones son los pequeños volúmenes y limitada variedad de producción que no siempre son capaces de satisfacer la demanda de grandes compradores como en el caso de las compras públicas para hospitales, colegios, etc. También, el tiempo y la falta de conocimientos de los productores en áreas determinadas se pueden considerar barreras pues, además de dedicarse a las tareas de producción, deben realizar tareas de marketing, publicidad, venta, gestión, etc. Por otro lado, el mayor precio y la menor conveniencia, es decir, menos variedad de tamaños, formatos, pre-procesados etc. de este tipo de productos hace que no se adapten tanto al estilo de vida de muchas personas como lo hacen algunos productos vendidos en grandes cadenas de distribución. Así como la menor disponibilidad de horario o cercanía que estos mercados pueden ofrecer al consumidor
Trabajar en encontrar soluciones para minimizar estas barreras es clave para equilibrar la balanza hacia un modelo de producción y consumo más responsable y sostenible a largo plazo. Una mayor concienciación del consumidor junto con un mayor apoyo por parte de los organismos públicos para generar y mantener estrategias y acciones que apoyen el consumo local son fundamentales.
Son muchas las ciudades y regiones que están poniendo en marcha estrategias múltiples e integradas para promover el acortamiento de las cadenas de suministros y la estimulación de la demanda de alimentos de producción local y sostenible. Suponen una apuesta firme por el desarrollo de sistemas alimentarios bajos en carbono, resilientes y diversificados. Algunos ejemplos son el Plan Estratégico de Alimentación de Cataluña 2021-2026, El Plan de Acción Municipal de la Estrategia Alimentaria de Vitoria Gasteiz 2017-2025 o la Estrategia Food Corridors en Coimbra (Portugal).
Algunas de las acciones que forman parte de estas estrategias son el impulso de una red de venta en línea de productos de proximidad, la potenciación de la comercialización de productos locales a través del aumento y mejora de las infraestructuras de mercados de productores, ferias de comercio justo, etc., crear una red de distribución de productos locales y facilitar la adhesión de productores locales a la misma, legislar y formar a los técnicos públicos para mejorar el acceso de los productores locales a la compra pública en general pero especialmente en las licitaciones dirigidas a comedores escolares, entre otras.
Estas estrategias y acciones están siendo desarrolladas con la participación de muchos actores involucrados, desde productores hasta asociaciones de consumidores pasando por distribuidores, empresas de alimentación, representantes de organismos públicos, etc. y están dotadas de mecanismos de seguimiento y evaluación sólidos.
CARTIF a través del proyecto FUSILLI está trabajando en 12 ciudades europeas con el objetivo de acortar las cadenas de distribución de alimentos y contribuyendo a la transición hacia un sistema alimentario más sostenible. Este conjunto de buenas prácticas y experiencias están disponibles para ser trasladadas de una forma adaptada a cualquier otro contexto involucrado con el consumo local y la sostenibilidad de sus gentes y su planeta.
Y para ejemplo de nuestro compromiso, CARTIF en colaboración con la Asociación de productores de producto ecológico Vallaecolid pone a disposición de sus trabajadores la posibilidad de comprar semanalmente productos locales y de temporada y recibirlos en su puesto de trabajo. ¡Así de fácil! ¿Te animas a formar parte de una iniciativa similar?
El sector hidroeléctrico es un motor clave de la transición energética en Europa. Así, en el año 2022, las energías renovables representaron el 41,2% del consumo total de electricidad en Europa y la hidroeléctrica supuso un 29,9% del total de generación renovable.
A medida que más fuentes de energía se integran en el panorama energético europeo, más esencial es el papel que desempeña la energía hidroeléctrica debido a su flexibilidad. Mientras que la generación con otras fuentes renovables como la solar o eólica está supeditada a condiciones climáticas variables que no se pueden controlar, sí es posible decidir en qué momentos se turbina el agua de un embalse o un río para generar energía. De esta forma, el sector hidroeléctrico ayuda a mantener la estabilidad en la red eléctrica al equilibrar la demanda y la generación.
Además de su contribución fundamental para reducir las emisiones de CO2, este tipo de energía presenta otras ventajas medioambientales y socio-económicas. Por un lado, regula el flujo de los ríos a través de sus presas, actuando frente amenazas de inundaciones y proporcionando abastecimiento de agua para consumo humano y el sector agrícola. Por otro lado, puede tener un impacto en el desarrollo de economías locales al generar empleo, fijando capital humano y creando atractivos turísticos.
Sin embargo, la energía hidroeléctrica, que emerge como una solución fundamental en la transición energética en Europa, no esta exenta de retos y riesgos:
En concreto uno de los mayores desafíos que presenta el sector en Europa es la alta antigüedad de las infraestructuras (edad media de 45 años, frente a los 30 de otras regiones como Asia-Pacífico o los 15 de China1), provocando ineficiencias en la producción de energía, aumentando las paradas por mantenimiento y los costes de producción debido a la necesidad de inversión y reparación.
Por otro lado, los eventos climáticos están dejando sentir sus efectos en todas las regiones del mundo. En el caso de Europa, muchas de sus áreas están sufriendo sequías más frecuentes, intensas y prolongadas. Durante la segunda mitad de 2022, esta situación se hizo evidente con una reducción notable en la producción de energía hidroeléctrica, especialmente notoria en el sur del continente, donde se registró una disminución en la producción cercana al 15%.
Esta situación hace que sea necesario abordar una gestión inteligente de los recursos hídricose hidroeléctricos. Así, el proyecto iAMP-Hydro (intelligent Asset Management Platform for Hydropower) coordinado por el Trinity Collegue de Dublín, y en el que participa CARTIF, se erige como una respuesta innovadora a los desafíos que enfrenta el sector hidroeléctrico europeo.
En el marco del proyecto se va a desarrollar un paquete de soluciones digitales, basadas en inteligencia artificial, que serán validadas en cinco plantas hidroeléctricas distribuidas entre España y Grecia y que ayudarán en la toma de decisiones a los operadores de las centrales, atendiendo a factores medioambientales y socio-económicos.
El proyecto incluye una solución de mantenimiento predictivo, mediante el desarrollo de avanzados sensores capaces de monitorizar en tiempo real el estado de las turbinas y de las instalaciones. Estos dispositivos recopilarán datos que, mediante algoritmos de inteligencia artificial basados en aprendizaje profundo, permitirán prever posibles fallos de funcionamiento antes de que ocurran. Esto no solo reducirá significativamente los costes de mantenimiento hasta un 10%, sino que también posibilitará la realización de paradas programadas de manera óptima, ajustadas a las condiciones del mercado y a las necesidades socioeconómicas.
Por otro lado, un conjunto de sensores especializados se encargará de monitorizar diversos parámetros de biodiversidad, asegurando que la operación de las plantas se realice con el mínimo impacto ambiental posible.
Por último, CARTIF está liderando el uso de técnicas de inteligencia artificial y redes neuronales para crear modelos predictivos del caudal. Estos modelos están siendo diseñados para analizar patrones en datos históricos, incluido el clima, y serán capaces de anticipar la energía potencial que una planta hidroeléctrica puede generar durante los próximos siete días. Esta anticipación permitirá una operación hasta un 23% más eficiente de la planta, asegurando al mismo tiempo la disponibilidad de agua y reduciendo al mínimo el desperdicio de este recurso. En situaciones de sequía extrema, como las acontecidas en el sur de Europa, se están implementando modelos predictivos para evaluar la capacidad de recuperación de las reservas hidroeléctricas a corto y medio plazo, considerando diversos escenarios climáticos y demandas de riego. Estos modelos proporcionarán a los operadores una visión clara de la evolución de la planta a medio plazo y les permitirá optimizar la selección de turbinas más adecuadas para el punto de operación de cada escenario.
Los investigadores que trabajan en el proyecto pronostican que iAMP-Hydromejorará la sostenibilidad ambiental y socioeconómica de la actual flota hidroeléctrica al reducir los costos operativos en 1000M€, al disminuir las emisiones de CO2 en 1.260 toneladas, al crear 10.000 empleos futuros y al permitir la regulación de flujos ambientalmente sostenibles mediante soluciones digitales. Las estimaciones actuales muestran que la digitalización de los 1.225 GW hidroeléctricos existentes en el mundo podría aumentar la producción anual en 42 TWh, lo que equivale a $5000M en ahorros operativos anuales2.
1IEA. Hydropower Special Market Report; International Energy Agency: Paris, France, 2021; p. 126.
2 Kougias, Ioannis & Aggidis, George & Avellan, François & Deniz, Sabri & Lundin, Urban & Moro, Alberto & Muntean, Sebastian & Novara, Daniele & Pérez-Díaz, Juan & Quaranta, Emanuele & Schild, Philippe & Theodossiou, Nicolaos. (2019). Analysis of emerging technologies in the hydropower sector. Renewable and Sustainable Energy Reviews. 113. 10.1016/j.rser.2019.109257
La seguridad hídrica es un concepto esencial que se define como «la capacidad de la humanidad para proteger el acceso sostenible al agua, asegurando el bienestar, los medios de vida y el desarrollo socioeconómico.» Este concepto incluye tomar medidas para proteger los ecosistemas que proporcionan este recurso vital y asegurar los servicios ecosistémicos ligados al agua. No se trata únicamente de garantizar que haya suficiente agua, sino que también debe cumplir con altos estándares de calidad y satisfacer las necesidades agrícolas, industriales, energéticas y domésticas de una región específica.
La preservación de los sistemas ambientales, que constituyen las fuentes naturales de agua y los servicios ecosistémicos relacionados, se convierte en algo fundamental.
La Global Water Partnership1, red internacional dedicada a la gestión sostenible del agua, describe un mundo con seguridad hídrica como aquel en el que cada persona tiene acceso a agua segura y a un coste asequible para llevar una vida sana y productiva, y en el que las comunidades están protegidas contra inundaciones, sequías y enfermedades de origen hídrico. Además, añade que la seguridad hídrica promueve la protección ambiental y la justicia social frente a los conflictos que puedan surgir a causa de los recursos compartidos.
La ONU ha dado una voz de alarma respecto al déficit de agua que se prevé para el futuro. Según sus estimaciones, para el año 2030 la Tierra podría enfrentarse a un déficit del 40% si no se modifican los patrones de consumo actuales. El crecimiento de la población, especialmente en áreas urbanas, ha incrementado la contaminación que afecta a la calidad del agua, no solo a través de la contaminación atmosférica, sino también por el cambio en los usos del suelo. El consumo de agua se ha duplicado en el último medio siglo, y se estima que para el 2025 al menos dos tercios de la población mundial vivirán en zonas con gran estrés hídrico.
Así mismo, el cambio climático representa un riesgo adicional para la seguridad hídrica, reduciendo la disponibilidad de agua y volviéndola cada vez más impredecible en muchas partes del mundo, lo que nos conduce a importantes problemas de abastecimiento. Además, los fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones, afectan a ricos y pobres, alterando sus medios de vida y modelos de producción tradicionales.
En Castilla y León, la seguridad hídrica es ya un asunto crítico, dada la importancia de nuestro sector agrícola en la producción de alimentos, que dependen en gran medida de un suministro constante de agua. La agricultura de la región basa su fuerza en la producción de cereales, vino y productos hortofrutícolas, y se está viendo afectada por la variabilidad climática, incluidas las sequías prolongadas que agotan los recursos hídricos y ponen en peligro la sostenibilidad de los cultivos. Del mismo modo, la región está experimentando un estrés hídrico creciente agravado por el cambio climático, que amenaza la producción de alimentos y afecta el equilibrio de la economía rural, lo que incide en el aumento de un problema ya de por sí acuciante como es el despoblamiento de nuestros pueblos y entornos rurales.
Los agricultores se enfrentan a un desafío cada vez más arduo: mantener la productividad en un contexto de recursos hídricos limitados. Muchos han tenido que adaptar sus técnicas, invirtiendo en riego eficiente y diversificación de cultivos para mitigar el impacto de las sequías. Sin embargo, estas soluciones tienen un costo elevado que no todos pueden asumir, lo que resalta la urgencia de encontrar enfoques más inclusivos. Aquí es donde entran en juego las Soluciones basadas en la Naturaleza(SbN), ofreciendo una alternativa sostenible a seguir.
Las Soluciones basadas en la Naturaleza son vitales para abordar estos problemas de forma creativa y, al mismo tiempo, brindar beneficios adicionales en términos de sostenibilidad. La UNESCO, en su informe mundial sobre el desarrollo de los recursos hídricos, argumenta que las SbN pueden mejorar el abastecimiento y la calidad del agua al tiempo que mitigan el impacto de los desastres naturales. Un ejemplo claro son las cuencas hidrográficas y humedales restaurados, que actúan como filtros naturales para la purificación del agua. Al imitar los procesos naturales, las SbN mejoran la disponibilidad y calidad del agua, y reducen los riesgos relacionados con el agua.
Es esencial destacar la importancia de conservar los humedales y restaurar las cuencas fluviales en la región, ya que actúan como filtros naturales, mejorando la calidad del agua y regulando el flujo en tiempos de sequía. También se pueden explorar técnicas como la agro-forestería y la rotación de cultivos para mantener la fertilidad del suelo y reducir la dependencia de sistemas de riego intensivos. Estas prácticas imitan los procesos naturales y ayudan a mantener un equilibrio entre la producción y la conservación.
El Índice Global de Seguridad Hídrica (IGSH)3, que integra criterios como la disponibilidad, accesibilidad, seguridad y calidad del agua, estandariza las vulnerabilidades y riesgos hídricos, ayudando a identificar áreas prioritarias donde la acción es urgente. Este índice también resalta la necesidad de estrategias innovadoras que combinen infraestructuras verdes con soluciones tradicionales, maximizando el valor para la sociedad.
También es importante destacar la relevancia y el alcance de la seguridad hídrica en entornos urbanos, donde abarca cinco dimensiones: la ambiental, la doméstica, la económica, la urbana y la resiliencia ante desastres naturales. Todos estos aspectos convierten la falta de seguridad hídrica en uno de los mayores riesgos para la prosperidad global y subrayan la necesidad urgente de cuidar del recurso natural “agua”. Esto implica una gestión sostenible, consumo responsable, lucha contra la degradación y la reutilización.
En el Área de Recursos Naturales y Clima de CARTIF, desarrollamos diversos proyectos relacionados con la gestión sostenible del agua como base del aseguramiento hídrico, tanto para consumo humano como para consumo en agricultura.
Coordinamos el proyecto PRIMA NAT-med, en el que pretendemos desarrollar, implementar y validar un conjunto de Soluciones basadas en la Naturaleza, combinadas en SbN de Ciclo Hídrico Íntegro (FWC-NbS por sus siglas en ingles), integradas en las infraestructuras de agua existentes (grises o naturales) y basadas en fases específicas del ciclo del agua, para optimizar la provisión de servicios ecosistémicos relacionados con el agua (calidad y cantidad) y servicios ecosistémicos dependientes del agua (aspectos sociales, económicos y ambientales), empoderando a los actores y las comunidades locales de la región mediterránea. NATMed también demostrará el efecto de las diferentes SbN-CCA en cinco casos de estudio ubicados en España, Grecia, Italia, Turquía, Argelia.
Del mismo modo, a través de nuestra labor de coordinación del proyecto CIRAWA, trabajamos en 8 regiones de Cabo Verde, Ghana, Senegal y Gambia para mejorar la agricultura mediante el desarrollo de nuevas prácticas basadas en la agroecología que se apoyan en el conocimiento local y científico existente para ayudar a crear cadenas de suministro de alimentos más resilientes en el Oeste de África, y donde el manejo sostenible del recurso agua es esencial.
Desde el Área de Recursos Naturales de CARTIF, como otros muchos “guardianes del agua” trabajamos por y para la mejora de la seguridad hídrica, empleando las Soluciones basadas en la Naturaleza, como parte de nuestro compromiso vital con el futuro del planeta. Solo a través de una gestión inteligente y colaborativa podremos construir un mundo en el que cada persona tenga acceso al agua y pueda vivir con dignidad, garantizando que las generaciones futuras también lo disfruten.
1 https://www.gwp.org/
2 WWAP & ONU-Agua. (2018). Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2018: Soluciones basadas en la naturaleza para la gestión del agua. París: UNESCO.
¿Tenemos la oportunidad de hacer mejor (en todos los sentidos) nuestros alimentos?
Actualmente, uno de los factores directamente asociados con el riesgo de padecer enfermedades y con la mortalidad son las dietas no saludables. Estas dietas se caracterizan por un bajo consumo de frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, un contenido pobre en ácidos grasos esenciales, fibras y un alto contenido en azúcar, sal, grasas no saludables y aditivos. Estas dietas y la baja ingesta de nutrientes esenciales tienen todavía un mayor interés en grupos más vulnerables, despertando la necesidad de emprender un camino de cambio.
Como parte de la necesidad de hacer los sistemas alimentarios más saludables y sostenibles, se requieren dietas más saludables y sostenibles en las que los alimentos estén formulados de una manera más acorde a las recomendaciones nutricionales, a los gustos de los consumidores, más adaptados a los límites de los recursos existentes en el planeta, al avance y disponibilidad de la tecnología, todo ello dentro del marco de la regulación vigente.
La industria alimentaria se ha convertido en uno de los puntos centrales de la Agenda mundial de Desarrollo Sostenible debido a su contribución al PIB y a la importancia en el aseguramiento de la alimentación en países desarrollados y en desarrollo. En la necesidad implícita del compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es necesario hacer verdaderos esfuerzos para asegurar la eficiencia en la industria alimentaria. Como parte de esta estrategia, la innovación representa un importante recurso de ventaja competitiva para el sector.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la reformulación es una estrategia crítica para lograr estos ODS y más aún, con la premisa de que estos alimentos tengan un coste accesible.
¡Vamos a ello!
La reformulación o la modificación de la composición o de la forma de procesado de alimentos y bebidas es la opción perfecta para mejorarlos, sustituyendo o eliminando aquellos componentes que pueden ser potencialmente críticos para nuestra salud o incrementando aquellos que aportan algún beneficio. La reformulación se apoya en las bases de la tecnología de alimentos, pero necesita de la innovación para dar ese pasito de los alimentos ya existentes hacia aquellos con un concepto más actualizado y global con las tendencias de salud y sostenibilidad.
Así, la innovación en el desarrollo de alimentos es crucial a la hora no solo de lanzar nuevos productos al mercado, sino también de mejorar y hacer más eficientes los procesos propios de la industria alimentaria y en su misión de satisfacer las necesidades de los consumidores.
Lo ideal, desde mi punto de vista, sería poner el foco en crear productos que contribuyan a una dieta saludable dentro del marco imperioso de las necesidades actuales y futuras de eficiencia de los procesos e integrando el uso de tecnologías que faciliten toda esta labor.
Así, la innovación en productos de alimentación y reformulación incluye la mejora desde el punto de vista nutricional; reducción de sal, de azúcar o de grasa, por citar algunos ejemplos más que conocidos, o la incorporación de ingredientes que incrementen su valor como fibra dietética, vitaminas y minerales.
¿Cuál es el punto de equilibrio y qué debemos tener en cuenta para innovar en reformulación de alimentos?
Primero, debemos poner el foco en cuál o cuáles son los aspectos a reformular para integrar en ese primer punto todos los factores mencionados. Realmente, son muchos los aspectos a tener en cuenta, pero vamos a recoger algunos de los más relevantes:
Aspectos tecnológicos: incorporación de ingredientes para enriquecer o reducción de ingredientes para mejorar el perfil nutricional, ingredientes para generar una funcionalidad dentro del producto (textura, viscosidad, conservación…) y la compatibilidad en la formulación con el resto de ingredientes, coste de producción (ingredientes, energía, agua), necesidad de un envasado especial, de una nueva tecnología.
Consideraciones organolépticas: mejora de perfil sensorial, de textura, de apariencia.
Tendencias de mercado: formatos, tamaños, incremento de vida útil, demanda específica de consumidores (alergias, intolerancias, etc.), demanda de sostenibilidad.
Otros aspectos: costes asociados, impacto sobre el medio ambiente, vías de comercialización, normativas aplicables, etc.
Como vemos, no cabe duda de que estamos ante una aventura compleja para integrar todos nuestros deseos en un solo producto.
En cualquier caso, y con el objetivo claro de a dónde queremos llegar, debemos tener en cuenta el tipo o tipos de ingredientes que vamos a utilizar en la reformulación, cómo afectarán desde el punto de vista tecnológico, la legislación que aplica al producto y los parámetros relacionados con la seguridad y vida útil, y por encima de todo, la aceptación sensorial por parte de los consumidores.
La industria alimentaria debe enfocar sus esfuerzos de forma alineada con las estrategias de salud y promover alimentos con mejor perfil nutricional, además de más sostenibles y competitivos. En este sentido, alinear todos los puntos que sustentan este cambio incluye la necesidad de innovar de una manera inteligente, basada en la evidencia científica con alimentos más saludables, más sostenibles y seguros donde el uso de la tecnología y la integración de la economía circular estén naturalmente presentes.
Allanar este camino entre la ciencia y el mercado es objetivo de CARTIF, en donde, desde el área de Alimentación trabajamos en la generación de propuestas de valor para la industria alimentaria, desarrollando alimentos saludables e innovadores que aúnen viabilidad técnica, rentabilidad económica y siempre a demanda del consumidor. De esta manera, también desde el área de Alimentación contribuimos al desarrollo sostenible en pro de favorecer una sociedad más próspera, con lo que mejor sabemos hacer: innovar.
Imagina descubrir que el piloto de tu próximo vuelo estará usando el Apple Vision Pro mientras está al mando del avión. ¿Te sentirías cómodo subiendo a ese avión? Si tu respuesta es no, es posible que pienses que el piloto es un imprudente y tu vida está en riesgo. Por otro lado, si respondes si, es probable que conozcas el potencial de emplear este dispositivo en dicha situación.
Recientemente el mundo se vio envuelto en este debate cuando un piloto en Estados Unidos fue grabado usando el Apple Vision Pro durante un vuelo. El piloto en cuestión afirmaba haber mejorado su productividad con este dispositivo1. Sin embargo, recibió críticas significativas y tuvo que disculparse tras eliminar el vídeo.
¿Por qué este caso indignó tanto? En realidad, son muchos los sectores donde se utilizan este tipo de dispositivos diariamente, como la cirugía, la arquitectura, la ingeniería y la formación. La razón es simple: estamos progresando.Aunque los humanos somos escépticos ante nuevas tecnologías, reconocemos que pueden mejorar nuestras vidas. Un ejemplo claro es el comercio electrónico; cuando comenzó, muchas personas pensaban que era peligroso. Ahora, Amazon es la quinta empresa más valiosa de Estados Unidos y en España, el 39% de la población compra de manera online al menos una vez al mes2.
Es probable que con el tiempo este sentimiento también se disipe en el caso de la realidad extendida. Este término, que engloba la realidad virtual, realidad aumentada y realidad mixta, puede resultar confuso para muchos. Cada tecnología tiene un propósito específico basado en el nivel de inmersión: la realidad virtual crea entornos completamente digitales, la realidad aumentada superpone elementos digitales en la realidad física y la realidad mixta combina ambas para dar conciencia espacial a los elementos digitales. Este concepto comprende mejor si se observa la siguiente imagen.
En la imagen, se puede apreciar cómo en realidad mixta, un objeto como un pato de goma puede reconocer su entorno y posicionarse detrás de una mesa en lugar de atravesarla como lo haría en realidad aumentada. ¡Esta es la magia de la realidad mixta!
Aunque el Apple Vision Pro tiene características increíbles, dispositivos similares existen desde hace tiempo, algo que en CARTIF se sabe bien. Por eso, desde hace tiempo en la División de Sistemas Industriales y Digitales empleamos el dispositivo de realidad mixta Microsoft HoloLens 2, para cumplir diversos propósitos.
En el proyecto Baterurgia, estamos usando esta tecnología para automatizar el desmontaje de baterías de coches eléctricos y, favoreciendo la interacción humano-robot. Para lograrlo. nos apoyamos en la robótica y la visión artificial para detectar los tornillos presentes en una batería. A través de las lentes del Microsoft Hololens 2, el operario observa hologramas que indican la posición de los tornillos en el espacio. El operario puede seleccionar un tornillo con el dedo o la mirada y dar órdenes al robot mediante comandos de voz. El sistema ofrece retroalimentación sobre el progreso de la actividad, permitiendo que el operario realice otras tareas simultáneamente.
Secuencia de recogida de un tornillo (Grabado con Microsoft HoloLens 2)
Visualización de la imagen de la cámara con los tornillos detectados.
Señalización de los tornillos.
El operario elige un tornillo.
El robot recoge el tornillo elegido.
Como has visto, la realidad mixta está ganando popularidad y se está aplicando en más sectores. El alto costo de productos como Apple Vision Pro y Microsoft Hololens 2, que rondan los $3500, es una limitación importante. No obstante, nuevos dispositivos más asequibles como Meta Quest 3, que cuesta alrededor de $500, están haciendo que esta tecnología sea más accesible para empresas y usuarios. En esta línea, se prevé que la cantidad de ventas mundiales de dispositivos de realidad extendida aumente a 105 millones para 20254.
Si este post te ha intrigado y deseas explorar más sobre la realidad extendida y su impacto, ¡Estaré encantado de compartir más información contigo!