Aunque parezca mentira, la vejez es un fenómeno relativamente nuevo en la sociedad occidental. Es a partir del siglo XIX cuando, gracias a los avances del desarrollo industrial y científico, aumenta el número de ancianos y su esperanza de vida, pero a la vez se incrementa el desprestigio de la vejez. Al aumentar considerablemente el número de ancianos en la sociedad, estos alcanzan un nivel de representatividad mayor social que les hace cobrar significado público y político. Y un punto importante es que, si tenemos suerte, ´ y os la deseo a todos los que lean el post` , vamos a vivir una larga vejez.
La sociedad en la que vivimos actualmente presiona y margina socialmente a personas con una buena condición física e intelectual basándose en la edad numérica, y sin embargo ensalza a la juventud. Por un lado, exige a los ancianos ser dinámicos, pero al mismo tiempo les demanda un código moral y obligaciones en la vestimenta, la apariencia y represión en el ámbito sexual.
Se han elaborado unos modelos de vida para los ancianos que estos no han asumido por completo y que además no se ha contado con su participación en el momento de diseñarlos.
A pesar de lo que se vive en la sociedad actual a nivel mundial, existen zonas en el planeta en las que ser una persona mayor está considerado como una fuente de sabiduría y el que puede aportar valor a la sociedad. En estas partes del mundo, las personas viven durante más tiempo de forma sencilla, realizando actividades físicas agradables como caminar o cultivar un huerto, despertándose con sentido del propósito vital cada día, eligiendo sabiamente la comida que se llevan a la boca y manteniendo una sólida y estrecha relación tanto con familiares como con amigos. A estas regiones del planeta se las denomina «Zonas Azules», estas regiones fueron identificadas por los científicos y demógrafos que han encontrado que las características específicas locales y las prácticas dan lugar a una alta incidencia de casos de longevidad1.
Las cinco regiones identificadas por cumplir con estos requisitos son:
Cerdeña, Italia (específicamente la provincia de Nuoro y Ogliastra).
La isla de Okinawa, Japón.
Loma Linda, California. Investigadores estudiaron a un grupo de adventistas del séptimo día, que se encuentran entre las más longevas de los Estados Unidos.
Península de Nicoya, Costa Rica.
Icaria, isla de Grecia cerca de la costa turca.
Los investigadores que han estado estudiando estas zonas han resumido en dos los factores que determinan su existencia:
La salud: Los habitantes de estas zonas practican ejercicio moderado con regularidad, se alimentan con una alta cantidad de productos a base de plantas, beben alcohol, pero no excesivamente, y practican el Hara Hachi Bu, concepto japonés que implica comer hasta estar un 80% saciado.
El ámbito social: Los habitantes de las zonas azules realizan rituales para reducir el estrés, rezar, siestas, ceremonias del té. Tienen razones para levantarse cada mañana, participan en actividades colectivas con entornos que propician los hábitos saludables. También, construyen y mantienen vínculos sanos con personas de su entorno familiar y comunitario y desarrollan prácticas colectivas espirituales o religiosas.
Dentro del área de Bienestar y Salud del centro tecnológico de CARTIF, nuestro propósito está en la línea de contribuir a que las personas mayores puedan optar por vivir de una manera plena y autónoma el mayor tiempo posible mientras puedan seguir aportando valor a la comunidad. De esta manera, se pueda dejar de pensar que las personas mayores son una carga, y posibilitar nuevos conceptos en los que las personas mayores sean un activo social. De este propósito surge en CARTIF la participación activa en diferentes entidades en las que trabajamos alineados en estos objetivos, como es la participación en el Clúster de Soluciones Innovadoras para la Vida Independiente (Clúster SIVI), el Clúster de Salud de Castilla y León (Clúster Biotecyl) y la participación activa en el Digital Innovation Hub en Silver Economy de Zamora (DIHSE) que se va a presentar como candidato a formar parte de la red europea de European Digital Innovations Hubs.
Esta iniciativa es importante porque el Centro de Innovación Digital Silver Economy –DIHSE– busca ser la «ventanilla única» a través de la cual, pymes, start-ups y otras entidades públicas y privadas puedan acceder a la información, los servicios e instalaciones que precisen para abordar con éxito sus procesos de Transformación Digital dirigidos a incentivar una economía Silver (ciudadanía en edad superior a 50 años) eficiente.
La misión de DIHSE es ayudar a las PYMEs del sector asistencial, Turismo Silver y agroalimentario, así como a las administraciones públicas locales, de nuestra comunidad castellano-leonesa; en sus procesos de digitalización y brindar acceso a los últimos conocimientos y tecnologías, siendo además un nexo de unión, una puerta a la colaboración entre distintas regiones para la innovación digital.
Somos conscientes de que actualmente las necesidades biológicas básicas de las personas mayores están en su gran mayoría satisfechas gracias a los avances en la ciencia y la medicina y con esta labor podemos estar ciertamente orgullosos, pero para dar sentido a la vida las necesidades biológicas no son suficiente.
Ayudar a la proliferación de las zonas azules a otras partes del planeta debe de ser uno de los objetivos a tener en cuenta por la sociedad, a investigación básica y la investigación aplicada pueden aportar su granito de arena a este propósito.
Desde CARTIF estamos trabajando en desarrollar soluciones que aporten valor en la calidad de vida de las personas a la vez que se integran en los procesos socio- sanitarios en los que intervienen los profesionales. Un nuevo desarrollo tecnológico que no está integrado en los procesos de una manera funcional o que interopera digitalmente con otras soluciones es una isla que aporta un valor reducido o no es sostenible en el tiempo.
Por concretar un poquito más, el área de Bienestar y Salud, cuenta con dos líneas de investigación que persiguen mejorar diferentes aspectos de la calidad en el soporte a la decisión clínica y otras líneas que se centran en robótica con diferentes finalidades:
Soporte a la decisión Socio-Asistencial de los profesionales y de los usuarios mediante (Procesamiento de señales biomédicas, Machine Learning así como Soporte a la decisión de Gestión (interoperabilidad basada en estándares, modelado discreto de procesos o Gemelo Digital) con proyectos como ISA (estudio de un marco de interoperabilidad socio-asistencial), IDEALNET (Red transfronteriza de innovación en diagnóstico precoz de Leucemia para un envejecimiento saludable).
Robótica Interacción Social, en proyectos como el AIROSO y UNO MÁS que están en ejecución. Estamos trabajando en el desarrollo de la robótica de compañía. En interacción de fuerzas hombre-robot (rehabilitación, tonificación) con proyectos como THERMES (estudio de tecnologías para desarrollar robots de rehabilitación). SHAREM (desarrollo de soluciones mecatrónicas modulares de coste accesible para rehabilitación y tonificación) e IDET (desarrollo de un entorno de desarrollo de terapias para profesionales terapeutas sin un alto conocimiento de desarrollo de software).
Desarrollo de soluciones técnicas que permitan mejorar las capacidades de autonomía de las personas en su domicilio. En el proyecto PROCURA desarrollamos un Andador Inteligente y un asistente tecnológico para el uso del inodoro.
Nuestro compromiso es firme y esperamos en algún momento conseguir replicar las zonas azules para el bienestar de nuestros ancianos.
La educación que recibimos las personas durante toda nuestra vida se encuentra muy influenciada por el entorno en el que vivimos. Cuando somos pequeños y empezamos a tomar consciencia del mundo, la sociedad suele proporcionarnos los modelos y el nivel de conocimientos que se consideran, de forma general, necesarios. Las familias, el vecindario, profesionales de la sanidad y el colegio quizás sean los que más influencia ejercen porque desde la sociedad adulta se cree que son los que más nos pueden ayudar a alcanzar el nivel de cultura mínimo que se considera, de forma estándar, necesario. Sin entrar en la discusión del modelo educativo más adecuado, lo cierto es que actualmente se pone mucho énfasis en el tipo de educación que se tiene que ofrecer en los colegios y otros centros educativos.
Desde el proyecto LIFE myBUILDINGisGREEN, en el que participa CARTIF, queremos explorar cómo incorporando espacios saludables y re-naturalizados en los colegios, se puede ayudar a, además de adaptar los edificios a los efectos del cambio climático, a formar personas y a aumentar la cultura en la infancia.
Los colegios tienen una gran importancia en la niñas y niños, ya que es donde pasan una amplia parte de su infancia y las nuevas generaciones empiezan también a formarse como personas. Por un lado, empiezan a adquirir los conocimientos básicos que forman parte de la cultura colectiva y que en distinto grado los humanos vamos empleando. También es el lugar donde empiezan a adquirir valores y modelos de referencia.
Por otro lado, el edificio del colegio en sí y su diseño también tienen una gran influencia en el aprendizaje, ya que afecta a las condiciones ambientales donde se desarrollan las clases. Los niveles de humedad y temperatura en las aulas están relacionados con la capacidad de aprendizaje 1,2,3,4. Temperaturas muy altas pueden tener un impacto significativo en el rendimiento de los estudiantes, inhibir el aprendizaje y generar estrés. El acondicionamiento térmico interior y los niveles de renovación del aire es un tema que no se tuvo en cuenta en la construcción de muchos de los colegios que actualmente se encuentran en uso y, en consecuencia, las condiciones ambientales de los centros educativos muchas veces no son las adecuadas. No debería ser aceptado que las clases se puedan llevar a cabo con temperaturas y humedad relativas del aire por debajo o por encima del rango que se establecen en la normativa actual (como es el caso del RITE5 en España). Quizás, por la singularidad e importancia de los colegios, los estándares deberían ser incluso más restrictivos que los considerados por la reglamentación. En este sentido, empleando soluciones naturales se pueden aprovechar los principios de la arquitectura bioclimática para mejorar el confort térmico de las personas en el interior de los edificios. Además, este tipo de soluciones naturales también permite mejorar las condiciones en las zonas de juego y actividad física al aire libre, mejorando la calidad del entorno de aprendizaje.
Pero en este sentido, desde LIFE myBUILDIGNisGREEN se quiere ir más lejos y hacer ver que el diseño actual de los edificios y patios en los que dominan los materiales duros, en los que no se han tenido en cuenta soluciones de arquitectura bioclimática y en los que parece que el confort de los propios usuarios de los mismos se ha sacrificado en pos de otros aspectos como la reducción en el coste de mantenimiento o buscando que los niños y niñas se manchen lo mínimo, no es el más adecuado desde muchos puntos de vista.
La falta de suelo natural, la baja presencia de árboles o arbustos y de otra vegetación hace de los colegios lugares en los que frecuentemente se evita la presencia de la naturaleza. Desde nuestro punto de vista, esta concepción de los espacios educativos aleja a las nuevas generaciones de la naturaleza y puede influir en su percepción de como tienen que ser los espacios urbanizados. Sin embargo, el conocimiento que se tiene actualmente nos dice que la sociedad tiene que ir por otro lado si se quiere resolver a largo plazo o al menos si nos queremos adaptar a las consecuencias del cambio climático. Si no empezamos a enseñar a los niños la convivencia y el respeto por la naturaleza, el manejo de los recursos de forma adecuada y modificar muchas de las conductas que llevamos a cabo, será mucho más difícil afrontar el reto que tenemos por delante. La sociedad tiene que actuar desde muchos puntos de vista, pero no debemos olvidar que los que ahora disfrutan de su infancia serán los que tengan que afrontar este reto también en las próximas décadas.
Desde LIFE myBUILDINGisGREEN creemos que aumentando el contacto con la naturaleza de los niños y haciéndoles partícipes de sus efectos beneficiosos nos permitirá crear una sociedad futura más preparada para afrontar los retos que vienen.
Dejamos para otro día comentar cómo afecta también a la educación de la sociedad, no solo en la infancia, el tipo de espacios urbanos en los que vivimos. Disponer de parques y zonas verdes cerca de nuestras viviendas o lugares de trabajo, la presencia de infraestructura verde y biodiversidad en las calles y la gestión de los retos sociales empleando soluciones naturales en lugar de emplear siempre soluciones «duras» y que solamente tienen una visión antropocéntrica de los problemas. Esta visión antropocéntrica además suele olvidarse de los más débiles de la sociedad, o de los que menos se quejan.
5 La temperatura operativa recomendada según el RITE es: En verano: entre 23ºC y 25ºC (frente a 23ºC y 27ºC según el INSHT). En invierno: entre 21ºC y 23ºC (frente 17ºC y 24ºC según el INSHT). La humedad relativa marcada está entre el 45-60% en verano y entre el 40-50% en invierno
Todos sabemos que las carreteras son necesarias pero normalmente solo nos acordamos de ellas cuando encontramos alguna en mal estado. Damos por hecho que deben estar siempre disponibles y en perfecto estado pero eso supone un gran esfuerzo tanto en personal como en tiempo y recursos materiales. Las carreteras españolas dan soporte al 86% del transporte terrestre de mercancías y al 88% del transporte de pasajeros. Esta elevada carga de vehículos que utilizan las carreteras junto con las condiciones meteorológicas y ambientales del entorno provocan un alto nivel de desgaste con la consiguiente pérdida de propiedades de la calzada.
Esto nos ocasiona a los usuarios una serie de inconvenientes muy graves: el primordial es que supone una reducción de la seguridad en la carretera, pero también provoca una disminución del confort en los viajes, un aumento del consumo de combustible de los vehículos con el consiguiente aumento de las emisiones de gases contaminantes, etc.
Es evidente que la rehabilitación, conservación y mantenimiento de las infraestructuras viarias es de importancia fundamental, aunque todos sabemos lo molesto que es encontrarnos obras en la carretera. En Europa y concretamente en España tenemos una buena red de carreteras, bastante densa y bien conectada pero ciertamente envejecida por la disminución del gasto en mantenimiento de los últimos años. Hay que recordar que requiere una elevada inversión en la conservación de los trazados viarios; se estima, según la patronal ACEX, que el coste de mantenimiento anual de una autovía es de 80.000€, el de una carretera convencional de 38.000€ y que nuestro país arrastra un déficit de conservación de 8.000 millones de euros. Este déficit, sin ir más lejos, parece que va a suponer la aprobación de peajes en autovías a partir de 2024. Así pues, estos aspectos económicos y la necesidad de un alto nivel de servicio de las carreteras demandados por el sector de la logística y el turismo, pero sobre todo la necesidad de tener carreteras seguras, hacen que la aplicación de nuevas tecnologías que puedan aportar soluciones innovadoras en el mantenimiento de carreteras sean muy demandadas.
La gestión moderna de carreteras implica planificar las actuaciones de mantenimiento a realizar antes de la aparición de deterioros muy graves o irreparables. Este enfoque permite acometer las intervenciones en el momento más adecuado, ocasionando las menores molestias posibles y manteniendo así la capacidad funcional de la vía y su valor económico sin permitir que la red se arruine y descapitalice. Es cierto que existen soluciones tradicionales para la conservación de carreteras que son efectivas pero que no hacen un aprovechamiento óptimo de los recursos disponibles y no tienen en cuenta la evolución prevista del firme para planificar el momento óptimo para proceder a la actuación. Para actuar con eficacia, es fundamental en primer lugar conocer el estado de la red de carreteras de la forma más precisa y objetiva posible. Este conocimiento generalmente se obtiene mediante equipos de inspección de carreteras que posibilitan la evaluación y medición de los parámetros correspondientes. De esta forma se consigue una gran cantidad de datos relacionados con el estado de las carreteras que es necesario gestionar e interpretar para poder priorizar las actividades de mantenimiento y conservación a realizar. El problema que surge entonces es el procesamiento de una cantidad masiva de información que imposibilita la evaluación manual.
Una de las mayores dificultades, por tanto, es la extracción de información útil de numerosas fuentes de datos. Para ciertos tipos de datos, existen paquetes informáticos capaces de extraer índices globales que son útiles para conocer de manera general el estado actual de la carretera, pero estas herramientas a menudo carecen de la capacidad de predecir la evolución del estado de la carretera y su degradación futura.
La inteligencia artificial está cada vez más presente en muchos ámbitos de nuestro entorno y, a menudo, sin que seamos conscientes de ello. La aplicación de estas técnicas de inteligencia artificial puede suponer también un fuerte impacto en el mantenimiento de las carreteras ya que permiten extraer información precisa de distintas fuentes de datos e identificar relaciones entre ellos que de otro modo podrían pasar desapercibidas con las técnicas aplicadas hasta ahora. El procesamiento y análisis, mediante redes neuronales convolucionales, de todos los datos disponibles (datos de los equipos de auscultación de carreteras, datos climatológicos, de intensidad del tráfico…) permite obtener resultados no alcanzables con los métodos tradicionales. Al entrenar y ajustar dichas redes utilizando cantidades masivas de datos se pueden obtener, por ejemplo, modelos altamente fiables de degradación del pavimento que permiten estimar de forma precisa las actuaciones de mantenimiento más adecuadas.
En este contexto, CARTIF y la empresa TPF colaboran activamente en el desarrollo de este tipo de herramientas que pueden suponer un gran avance a la hora de mejorar el mantenimiento de carreteras. También hay otras iniciativas que trabajan actualmente en aplicaciones similares como Roadbotics (una spin-off de la Universidad Carnegie Mellon), la empresa española Asimob, la Universidad de Waterloo en Canadá, la empresa finlandesa Vaisala o la empresa americana Blyncsy.
Estas herramientas no eliminarán la necesidad de reparaciones urgentes, ya que pueden tener muchos y variados orígenes, pero sí tiene un impacto significativo en las intervenciones preventivas y predictivas al permitir anticipar el deterioro de la vía y reducir así significativamente los costes de mantenimiento, disminuir el tiempo que la vía no estará disponible y mejorar el grado de confort de la carretera percibido por los usuarios.
Existen, por último, otros ejemplos interesantes de cómo las herramientas de Inteligencia Artificial pueden ayudar en el mantenimiento y mejora de la seguridad en carreteras, como por ejemplo el trabajo del MIT para predecir los puntos de la carretera donde pueden producirse accidentes de tráfico y actuar en consecuencia o la iniciativa AI for Road Safety que utiliza la inteligencia artificial para reducir el número de accidentes en carretera.
A modo de conclusión podemos decir que, gracias a la ayuda de estas herramientas de inteligencia artificial, en los años próximos vamos a tener carreteras más seguras y operativas a la vez que seguramente notaremos que nos encontramos con menos obras en nuestros viajes.
Como Centro Tecnológico dedicado a la I+D y al frente de proyectos cuyo pilar fundamental es la innovación, desde CARTIF, hemos observado, incluso siendo partícipes, la clara evolución de los requisitos, objetivos o retos que la Comisión Europea establecía para nuestras ciudades o entornos urbanos.
En los últimos años, nuestras ciudades han transitado entre diferentes conceptos y objetivos de los que se pueden resaltar los siguientes: ser eficiente, ser inteligente, ser verde, desarrollar distritos con balance energético positivo y más recientemente, ser neutras climáticamente.
En el presente blog, pretendemos poner en orden toda esta evolución y aclarar el porqué de todos estos objetivos.
El comienzo: los distritos de energía Casi Nula
Nuestro recorrido comienza en las últimas convocatorias del Séptimo Programa Marco de innovación-conocido como FP7. Durante este periodo, la Comisión reconoció en sus políticas como la Directiva 20/20/20, la EPBD o mediante el impulso decidido a iniciativas como el exitoso pacto de alcaldes, que las ciudades europeas, siendo grandes consumidoras de energía, podían ayudar a paliar e incluso compensar en gran medida, la creciente necesidad energética que los estados miembros estaban sufriendo.
Esta alta necesidad de suministro energético, en gran parte debida a actividades cotidianas y empresariales directa o indirectamente desarrolladas en la ciudad, comenzaba a plantear un claro problema de estabilidad del sistema energético europeo, altamente dependiente de una generación basada en combustibles fósiles, cada vez más agotados y costosos, además de muy contaminantes. Los programas de financiación de la innovación no son ajenos a esta problemática, y entre los objetivos principales de aquellas, en su momento, incipientes convocatorias de proyectos de transformación urbana, la comisión nos planteó como reto que nuestras ciudades fueran más eficientes, utilizasen fuentes de energía limpia y, además, trabajasen los sistemas energéticos a escala de distrito, siendo un distrito o vecindario el perfecto representante de unidad urbana plenamente funcional y el entorno perfecto para implementar soluciones con gran impacto y en un periodo de tiempo razonable.
Además, estas medidas se complementaron con normativa complementaria, como el contaje individual de consumos energéticos para fomentar el ahorro energético en sistemas comunitarios, la necesidad de implantar sistemas digitales (tecnología BIM) con el objetivo de conseguir un sector constructivo más eficiente (en primer lugar, en edificios públicos y posteriormente en el resto). Estas medidas concretas intentaban acompañar, como habilitadoras, a la necesaria transformación del sector constructivo, el sector energético y de nuestros distritos y ciudades. Respecto a la movilidad inteligente, incipientes proyectos promoviendo la electro-movilidad en entornos urbanos completaban estas primeras (y ciertamente ya lejanas) iniciativas.
El siguiente paso: la regeneración y renaturalización urbanas
Con el comienzo del recientemente terminado programa marco de innovación conocido como Horizonte 2020 o H2020, vigente desde 2013 hasta 2020-aunque multitud de proyectos están todavía en plena ejecución, ya no habrá más convocatorias de proyectos bajo este programa-, la Comisión continúo este camino, profundizando en la necesidad de desplegar proyectos piloto más sistémicos e integrales de transformación o regeneración urbana. Estos proyectos significaron una verdadera revolución debido a la necesidad de integrar diferentes actores de los ecosistemas locales de innovación alrededor de las ciudades, liderados por la propias municipalidades, para promover la integración de soluciones pertenecientes a diferentes sectores económicos, como la rehabilitación del parque edificatorio, la construcción eficiente, las energías limpias, las soluciones TIC (incluyendo plataformas urbanas de ayuda a la toma de decisión), la electro-movilidad y la planificación urbana. Para afrontar tan ambicioso objetivo, el liderazgo municipal en este proceso de co-creación es indispensable.
Evidentemente, este claro salto en el concepto de regeneración urbana y de proyecto vertebrador dio lugar a proyectos más integrales, potencialmente escalables y replicables y cuyo centro siempre es el beneficio del ciudadano, cuidando el ecosistema empresarial local, siempre que sea posible. Además, la Comisión Europea también nos planteó la necesidad de devolver la naturaleza a los entornos urbanos, como pilar fundamental de esa regeneración urbana para los ciudadanos, mejorando su calidad de vida tanto directa como indirectamente además de la propia percepción de su entorno urbano.
El penúltimo paso en el camino: los distritos de energía positiva
Una nueva vuelta de tuerca a este concepto de transformación urbana surgió dentro de las últimas convocatorias del H2020: el diseño y despliegue de los denominados distritos de energía positiva (PED, por sus siglas en inglés). Estas iniciativas, más concretas, proponen transformar distritos o vecindarios completos en unidades urbanas que generan un excedente energético en su cómputo anual. Es decir, tras realizar el balance energético entre energía exportada e importada desde y hacia el distrito en un año completo, nuestro distrito debe consumir menos energía de la que genera. El objetivo subyacente bajo este incipiente, ambicioso y rompedor concepto es implementar este concepto PED en los barrios que tengan un mayor potencial de implementación de energías limpias y, por tanto, reducir drásticamente las necesidades energéticas globales de la ciudad, de manera que esta producción de excedente energético puede compensar a otros barrios en los que, por sus características, una reducción notable no es factible.
Este concepto requiere, indudablemente, del despliegue de modelos de negocio innovadores, como las comunidades de energía, que aseguren la compartición y gestión de la energía como bien común y entre diferentes tipos de usuarios (edificios residenciales y no-residenciales). Este modelo no está exento de dificultades, tanto técnicas como normativas o de regulación.
Indudablemente estos proyectos han conseguido realizar un primer paso en la transformación de nuestras ciudades, generando una cantidad ingente de experiencias (positivas y lecciones aprendidas) que son la base del futuro de nuestros entornos urbanos.
Particularmente centrados en este entorno más cercano desde CARTIF podemos mencionar Valladolid, al que CARTIF ha acompañado exitosamente en esta transición mediante el despliegue de un número muy relevante de proyectos de innovación ya implantados en nuestra ciudad. Proyectos como R2CITIES, CITyFiED, REMOURBAN y Urban GreenUP han transformado nuestra ciudad y provincia. Varios edificios del barrio del Cuatro de Marzo de Valladolid han sido rehabilitados energéticamente, el distrito de FASA surgió una completa regeneración acompañada del despliegue de multitud de acciones de movilidad en toda la ciudad (45 vehículos eléctricos, 22 puntos de recarga, 5 autobuses eléctricos), acompañando a la renaturalización de diversos espacios urbanos que todavía está en marcha. Además, en su alfoz, el barrio de Torrelago en Laguna de Duero se transformó en más eficiente y sostenible, siendo además en su momento, la obra de rehabilitación energética más grande de toda Europa.
El último y definitivo reto: la neutralidad climática
Sin embargo, pese a aportar unos excelentes resultados individuales, toda esta (r)evolución no ha sido suficiente para afrontar el reto más importante al que nos hemos enfrentado en nuestra existencia como seres humanos, siendo necesario una segunda vuelta de tuerca para afrontarlo con decisión y optimismo. En línea del recientemente aprobado Pacto Verde en el que la Comisión Europea establece como objetivo que Europa sea el primer continente climáticamente neutro en 2050, nuestras ciudades tienen que realizar el mismo camino y ser climáticamente neutras, pero, además, con su poder ejemplarizante, lo tienen que ser cuanto antes.
Una de las principales novedades del nuevo programa de innovación HEurope son las misiones. Las misiones se plantean como acciones específicas y multi-disciplinares y que se plantean con el objetivo de lograr una meta muy ambiciosa y a su vez cuantificable. Además, se deben desplegar en un plazo determinado y con el objetivo final de generar un gran impacto en la sociedad.
Dentro de las 5 misiones recientemente lanzadas por la Comisión Europea, aparece la misión de ciudades climáticamente neutras e inteligentes, totalmente alineada con los objetivos planteados por la Agenda 2030, los SDG y el Pacto Verde.
Esta misión ha planteado como objetivo alcanzar una meta de complejidad extrema: acelerar el necesario proceso transformador y alcanzar, al menos, 100 ciudades climáticamente neutras en 2030, por y para la ciudadanía. Estas 100 ciudades serán tractoras del resto, actuando como ejemplarizantes en el necesario proceso de transformación sistemática. El elemento vertebrador de este proceso es el contrato climático de ciudades (CCC-Climate City Contract) que regulará los objetivos, actores y procesos que permitirán alcanzar esa neutralidad climática y que requiere un trabajo profundo de planificación y aseguramiento de la financiación necesaria, que no tiene porqué, provenir únicamente de fondos públicos.
CARTIF forma parte del consorcio del proyectoNetZeroCities (financiado por el tópico 1.2 de la convocatoria Green Deal), que apoyará a la misión europea de ciudades en todo este proceso de co-creación, diseño, implementación y evaluación del contrato climático en ciudades. Dentro de las actividades de NetZeroCities, CARTIF pondrá a disposición de las ciudades que participen en la iniciativa toda su experiencia adquirida a través de la participación en Proyectos de transformación de ciudad. CARTIF colaborará en la definición concreta del contenido del Contrato Climático de Ciudades, definirá las soluciones tecnológicas necesarias para realizar la transformación sistemática y, además, participará en la definición del marco de indicadores que permitirá seguir la evolución de la iniciativa y de los objetivos de cada una de las 100 ciudades pioneras en la consecución de este objetivo global.
El lema que la Organización Mundial de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha dado al día Mundial de la Alimentación de este año 2021, que se ha celebrado este pasado 16 de octubre, es «Nuestras acciones son nuestro futuro»
Y es que, como todo en la vida, cada paso y cada acción que emprendemos, determina nuestro futuro. Todos nosotros, somos parte activa y responsable de un sistema complejo, vivo y moldeable denominado sistema alimentario.
La FAO define los sistemas alimentarios como el conjunto de actores y la relación del conjunto de actividades establecidas entre todos ellos mediante las distintas interrelaciones que hacen posible la producción, transformación, distribución y consumo de alimentos.
Los elementos que componen los sistemas alimentarios son múltiples e integran tanto aspectos de los sistemas de producción, almacenamiento, procesado, envasado y logística, como cuestiones relacionadas con los aspectos de calidad, nutricionales, de seguridad, precios, incluso hasta cuestiones como información y comportamiento de los consumidores. Teniendo en cuenta todos estos factores- ¡y otros muchos!- y su interrelación, no es descabellado pensar que los sistemas alimentarios son de crucial importancia para muchos de los retos y objetivos que debemos afrontar a nivel mundial, incluyendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Entre estos objetivos y, particularmente dos de ellos, se encuentran los dirigidos a lograr «Hambre cero» (ODS2) y «Fin de la pobreza» (ODS1) en los que, hoy tenemos que poner especialmente énfasis.
La mayoría de los sistemas alimentarios actuales no son capaces de adaptarse, anticiparse o ser resilientes a situaciones de estrés ni de abastecer las necesidades presentes, en algunos casos, ni la previsión de las necesidades de una población creciente.
Existe una clara necesidad de realizar una transición hacia sistemas alimentarios más inclusivos, resilientes y sostenibles
Un sistema alimentario sostenible integra alimentos variados y suficientes, nutritivos e inocuos con un precio justo para todos, donde no se presentan formas de malnutrición y no hay personas que pasan hambre. Las decisiones y estrategias políticas son necesarias pero, nuestra contribución como miembros activos del sistema también. Cada vez que elegimos los alimentos que vamos a consumir, tomamos múltiples decisiones y aportamos nuestro granito de arena hacia nuestra dieta saludable pero también más sostenible, que contribuya a la restauración de los recursos naturales. Hacia comercios más justos, que lideren el camino hacia la erradicación de la pobreza y malnutrición, protegiendo así los derechos humanos.
En el Día Mundial de la Alimentación, cada 16 de octubre desde 1979, se impulsa la acción colectiva de un gran número de países para llevar a cabo eventos, actividades de comunicación y difusión con el objetivo de promover la necesidad de erradicar el hambre y garantizar dietas saludables para todos los miembros de este planeta.
Los retos que debemos abordar incluyen el crecimiento de la población mundial, el cambio climático, las enfermedades relacionadas con la dieta, el desgaste de los recursos naturales y situaciones puntuales asociadas como pandemias o desastres naturales.
Cada 16 de octubre desde hace 42 años, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) promueve la celebración del día Mundial de la Alimentación. En esta ocasión bajo el lema «NUESTRAS ACCIONES SON NUESTRO FUTURO»
La Unión Europea propone abordar el reto de la seguridad alimentaria y nutricional mediante políticas de investigación y desarrollo dirigidas a garantizar el futuro de nuestros sistemas alimentarios de manera que sean más sostenibles, resilientes, responsables, inclusivos, diversos y competitivos dentro de la estrategia FOOD 2030 a través de la que se pretende proporcionar soluciones a cuatro grandes prioridades generales del sistema alimentario:
NUTRICIÓN: asegurar dietas saludables y sostenibles.
CLIMA: lograr sistemas alimentarios inteligentes y sostenibles que ayuden a mitigar el impacto sobre el medio ambiente y permitan la adaptación al cambio climático.
CIRCULARIDAD: reduciendo el uso de recursos y mejorando la eficacia de los sistemas alimentarios.
INNOVACIÓN: mediante la atribución de poder a las comunidades, ciudades y zonas rurales.
En CARTIF trabajamos en diferentes áreas de intervención que permiten avanzar en esta dirección como es el salto a dietas más sostenibles y saludables, la identificación y utilización de nuevas fuentes de proteínas, reducción del desperdicio alimentario, la seguridad alimentaria o los sistemas alimentarios urbanos. En este área, se enmarca el Proyecto FUSILLI (Fostering the Urban Food System transformation through Innovative Living Labs Implementation, Proyecto Europeo financiado por la Comisión Europea en el Programa Horizonte Europa) con el objetivo de alcanzar una transición integrada y segura hacia sistemas alimentarios en ciudades y áreas periurbanas europeas mediante la creación de un plan urbano alimentario sostenible, con los aspectos medioambientales, sociales y económicos que integra acciones en los cuatro pilares de la estrategia FOOD 2030.
Sí, tenemos en nuestras manos el futuro de la alimentación. Cada paso que damos cada uno de nosotros en la dirección correcta, asegura la alimentación, la disponibilidad de dietas saludables y sostenibles a la vez que mantenemos el medio ambiente, nuestra salud, la igualdad e inclusión social y la economía. Sé parte del cambio que quieres ver.
Es un hecho que más de un tercio del total de la energía final consumida en la Unión Europea se consume en edificios residenciales y del sector terciario. Por ello en los últimos años se ha intentado fomentar la renovación de edificios bajo criterios de eficiencia energética a través de distintas directivas y convocatorias.
Una de las directivas en este ámbito es la EPBD (2018/844 Energy Performance of Buildings Directive). Esta norma es la principal directiva europea destinada a la ayuda de la reducción del consumo energétio y aumento de la eficiencia energética en edificios. Es esta directiva la que introduce el certificado energético como un documento oficial que incluye información objetiva sobre las características energéticas de un inmueble o edificio (puedes conocer más sobre los certificados en nuestro post «¿Son realmente útiles los certificados de eficiencia energética?«). La información que aportan estos certificados (principalmente demanda y consumo de energía, así como emisiones de CO2 asociadas) es, sin duda, una valiosa fuente de información para conocer el estado de los edificios y poder así proponer medidas adecuadas para la mejora de los edificios en cuestión. Para la generación de esos certificados se utilizan herramientas de certificación validadas por un organismo. Se pueden ver las herramientas validadas en el caso de España y documentos técnicos que han sido reconocidos por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y por el Ministerio de Fomento y que pueden servir de apoyo al proceso de certificación energética de edificios. En estas herramientas se introduce la información del edificio y automáticamente se calcula los valores de certificación.
Además de las herramientas de certificación energética validadas en el mercado existen muchas herramientas para modelar y simular el comportamiento de edificios. Este es el punto de partida para la realización de proyectos de renovación de edificios, ya que previamente a la selección de las medidas que podrían mejorar sus parámetros de consumo y emisiones se hace necesaria la evaluación cuantitativa del parque edificatorio de la forma más realista posible. Sin embargo, la mayoría de herramientas presentes en el mercado funcionan a una escala pequeña (nivel edificio, vivienda, local, etc.) siendo un trabajo colosal la generación y simulación de modelos para conjuntos de edificios (distritos o ciudades). Sin duda, el problema de la escala es uno de los puntos débiles de las herramientas actuales cuando se trata de hacer análisis en distritos o ciudades.
En CARTIF, desde hace años, se está trabajando en la generación automática de modelos para poder caracterizar de forma lo más automática posible los edificios de una cierta localización (distrito, municipio e incluso región) calculando valores de demanda y consumo usando fuentes de información pública (catastro y catálogo de elementos constructivos principalmente) y distintos motores de cálculo. Además, se ha comprobado que sin duda uno de los aspectos fundamentales es la presentación adecuada de los resultados en una visualización atractiva, interactiva y que pueda proporcionar toda la información relevante.
Como resultado de varios proyectos en esta línea, en CARTIF se ha diseñado y desarrollado la herramienta de visualizaciónGIS4ENER que ofrece la visualización de varias aproximaciones:
(1) La estimación de cálculo de demanda basada en la automatización de la herramienta de certificación CE3X para el cálculo de edificios a gran escala (barrio o ciudad)
(2) La generación de valores estimados de demanda, consumo y emisiones de CO2mediante la aplicación de tipologías generadas automáticamente con el estudio de los resultados reflejados en Certificados de Eficiencia Energética reales.
Además permite comparar los resultados de ambas aproximaciones con certificados energéticos reales.
Accede a unademo de la herramienta GIS4ENER. En esta demo se presentan las funcionalidades de la herramienta sobre resultados obtenidos para el municipio de Tordesillas en la provincia de Valladolid.
De momento la herramienta ha sido testeada en varios municipios pero tiene potencial para poder ser aplicada en cualquier municipio de España, salvo aquellos localizados en Navarra y País Vasco.
Hay muchos grupos de usuarios que podrían beneficiarse directamente de esta herramienta. Entre ellos: organismos reguladores; administraciones públicas; consultorías y empresas energéticas; Ingenieros, arquitectos y planificadores urbanos; y empresas constructoras. Nuestra herramienta permitirá obtener un mapeado de la demanda y consumo de energía (así como de emisiones de CO2) asociado a los edificios de un distrito o región, en tiempo de mucho más cortos respecto a la obtención del mismos con métodos convencionales. Sin duda la simplificación de este paso podría traer un gran beneficio para todos estos usuarios en sus procesos de planificación energética a diversas escalas, de desarrollo de planes estratégicos y de negocio en ciertos distritos o ciudades.
Desde CARTIF, seguiremos trabajando en la investigación y desarrollo de herramientas que puedan seguir ayudando en la reducción del impacto del ser humano en el medio ambiente.