«Bombas, bombas…» Así rezaba una de las canciones más conocidas de un artista español del panorama musical de principios y mediados de los 90 en España. Aunque desde entonces ha llovido demasiado, podemos relacionar la temática con la actual crisis energética que estamos sufriendo, provocada por la situación bélica entre Ucrania y Rusia.
Hablamos de las bombas de calor, conocidas por sus siglas en inglés como HP (Heat Pumps).
El concepto de funcionamiento de las bombas de calor es muy sencillo, de hecho, todos tenemos en casa una máquina de frío muy similar, el frigorífico. Las bombas de calor, al igual que el frigo, basan su funcionamiento en comprimir un líquido refrigerante contenido en un circuito cerrado. Este líquido es capaz de recoger calor del entorno (en el caso del frigo recoge calor de su interior enfriando éste) y gracias a al comprensión que sufre, aumenta su temperatura. A continuación, este calor es disipado en la rejilla de la parte posterior.
Este mismo funcionamiento aplica a las bombas de calor, son capaces de recoger calor del exterior (a pesar de que la temperatura sea baja) y gracias a la comprensión que sufre el refrigerante, aumenta su temperatura, siendo posible así la calefacción de interiores.
Debido a que las bombas de calor son un equipamiento altamente eficiente éstas nos ayudan a reducir la factura energética de nuestros hogares.
Seguro que has oído hablar de la aero-termia, ¿verdad? Pues si tienes dudas de sobre en qué consiste, te diré que está basada en el funcionamiento de una bomba de calor que recoge calor del aire en el ambiente exterior (de ahí su nombre).
Es sabido y demostrado que más de un 40% de la energía consumida en Europa es utilizada para la climatización de viviendas. En este sentido, las bombas de calor son el aliado perfecto puesto que nos ofrecen una eficiencia de en torno a 400%, es decir, por cada unidad de energía que gastan, que suele ser energía eléctrica, son capaces de producir 4 unidades de energía térmica (tanto calor como frío) con lo que nos ofrecen unas altas tasas de ahorro. Además, hoy en día nuevas tecnologías nos permiten llegar a temperaturas de calefacción cada vez más altas debido al uso de nuevos líquidos refrigerantes y nuevas tecnologías, como las bombas de calor basadas en ondas acústicas que sustituyen la fuente de energía eléctrica por ultrasonidos para excitar el líquido refrigerante y aumentar así su temperatura, pero…
¿Es oro todo lo que reluce? Vamos a verlo; realmente cuando se habla de ahorros por el uso de las bombas de calor hay que hablar de ahorros en energía y luego ya… vemos el dinero. Calcular los ahorros económicos que provienen de ese ahorro de energía es sumamente complicado en los tiempos en los que vivimos, me explico; actualmente el precio de la electricidad (fuente de energía más común de las bombas de calor) vive en una montaña rusa constante, en la que se puede ver cada día cómo cambia considerablemente el precio entre los periodos valle-llano-punta, además de la diferencia que hay en el precio intra-diario (nadie sabe muy bien por qué, explicaciones podría haber muchas que darían para varias entradas de este blog).
Además del precio, se han de considerar las distintas fuentes de energía y es que no es lo mismo sustituir una caldera de gas o gas-oil, emisores eléctricos o cualquier otra fuente de calefacción por una bomba de calor. Esto incrementa la dificultad para hablar de ahorros económicos en cuanto a que también entran en juego las distintas fuentes de energía.
Una tercera derivada en el sentido económico, y algo que los fabricantes de bombas de calor no suelen contar, es que en el caso de su instalación en una vivienda, normalmente ésta no está preparada para dar cobertura al nuevo consumo eléctrico que se va a producir por la instalación de la bomba, y me explico con un ejemplo:
Imaginemos que tenemos una caldera de gas de 37kW de potencia que nos suministra calor en una vivienda y queremos sustituir esta caldera por una bomba de calor. Hemos dicho con anterioridad que ese equipamiento nos ofrece una relación de 4 a 1 en cuanto a producción de calor y consumo eléctrico, por tanto, para cubrir 37kW de calor, hemos de consumir 37/4 = 9.25kW de potencia eléctrica que seguramente no tendremos contratados y contratarlos va a encarecer la factura que vamos a pagar todos los meses en cuanto a término fijo utilicemos o no la bomba de calor.
Entonces ¿ahorramos o no? La forma ideal para estimar el ahorro que supone la instalación o sustitución de una caldera antigua por una bomba de calor debería hacerse implementando algún protocolo de medida y verificación de confianza, como se ha hecho en el proyecto REUSEHEAT en el que ha participado CARTIF en la aplicación del IPMVP (International Performance Meassurement and Verification Plan). Para ello se han utilizado datos monitorizados de los sistemas de generación de calor de varios demostradores que , conectados a internet por medio de diferentes protocolos IoT, envían estos datos a una plataforma común en la que se calculan los ahorros energéticos.
Estos ahorros se calculan en base a un modelo matemático realizado con los datos del periodo de tiempo antes de la instalación de la bomba de calor. Una vez que se saben los consumos reales después de la instalación de la bomba de calor, la condiciones con las que se han conseguido estos consumos (meteorológicas, de confort interior, etc.) se llevan al modelo y se calcula la energía que se hubiera consumido en las condiciones anteriores a la instalación de la bomba.
En este momento, sabiendo la energía que se ha ahorrado, se podría estimar económicamente el dinero que hemos ahorrado por el uso de bombas de calor, en base a un precio medio, una estimación más detallada del mismo o como mejor se considere.
El proyectoREUSEHEAT muestra resultados muy satisfactorios por el uso de este tipo de tecnología y el ahorro de energía que se produce. Además, las bombas de calor son consideradas una fuente de energía renovable (cuando además de utilizar energía aero-térmica cumplen determinadas condiciones) y limpia y evita un gran porcentaje de emisiones de CO2. Se habla de que podrían reducir un 70% de emisiones de gases de efecto invernadero.
Desde CARTIF creemos que debemos seguir apostando por este tipo de tecnologías y las innovaciones que nos ayuden a mejorarlas, no solo para las bombas de calor basadas en aero-termia, sino también geo-termia, hidro-termia,etc.
Esta historia comienza una tarde de domingo cualquiera, documental de la 2 de fondo. Con el ojo entreabierto vislumbro una escena en la que un escarabajo localiza excrementos frescos y les da forma de bola perfecta (¡andaaa! ¡de ahí lo de escarabajo «pelotero»!). Con música de tambores y platillos, ese escarabajo sale triunfante con su bola, enfrentando todo tipo de peligros, y cuando encuentra el sitio perfecto, la entierra. Entonces, siendo fiel al refrán «la basura de unos puede ser un tesoro para otros», esta masa de excrementos se convierte en el lugar ideal para sus «encuentros íntimos» y en la vivienda y alimento de sus bebés (larvas) hasta que, finalmente, abandonan el hogar como escarabajos adultos.
En medio de esta emocionante aventura, mi mente abandonó este mundo trasladándose a otro en el que me veo contemplando horrorizada cómo salen miles de larvas de escarabajo de mi comida. Unos segundo después, sentí una fuerte sacudida y desperté sobresaltada. En ese momento, respiré aliviada pero poco después…en cierto modo, el sueño se hizo realidad.
El pasado 5 de enero se publicó la autorización de la comercialización de las larvas del Alphitobius diaperinus (escarabajo del estiércol), más conocido como escarabajo pelotero. Con este, ya son cuatro las especies de insectos autorizadas bajo el Reglamento (UE) 2015/2283: (1) las larvas del gusano de la harina (Tenebrio molitor), la langosta migratoria (locusta migratoria), el grillo doméstico (Acheta domesticus) y las larvas del escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperinus). A continuación, os detallo más información de cada uno de ellos:
Conocedores de las ventajas tanto nutricionales como ambientales de los insectos, en CARTIF contamos con una importante línea de investigación destinada al desarrollo de alimentos que incorporan insectos como ingredientes. Con las principales investigadoras de esta línea María Ysabel Piñero (marpin@cartif.es) y María Luisa Mussons (marmus@cartif.es) debatimos a menudo en el área de Alimentación, sobre las ventajas, los retos y desafíos de esta prometedora industria. A las investigadoras que comer insectos nos produce cierto rechazo, María Ysabel nos anima a que seamos capaces de mirar los insectos desde otra perspectiva. Nos dice que no nos enfoquemos en el insecto, sino que simplemente lo veamos como una buena fuente de proteína o lo que es lo mismo, como una secuencia de aminoácidos…
Me vais a perdonar pero no puedo evitar pensar en lo que comen estos escarabajos y en la famosa frase «somos los que comemos» del filósofo y antropólogo alemán Ludwig Feuerbach. Entonces, siguiendo las indicaciones de mi colega, cierro los ojos y me esfuerzo en visualizar una larga secuencia de aminoácidos.
Ahora sí ¡Camarerooo! ¡Una de escarabajos peloteros!
Elicitar (del latín elicitus, «inducido» y elicere, «atrapar») es un término usado en psicología asociado al traspaso de información de forma fluida de un ser humano a otro por medio del lenguaje.
La elicitación del conocimiento aplicado en la industria es un proceso mediante el cual se recoge y registra información y conocimiento valioso de expertos o personas con experiencia en una determinada área en la organización. Es una técnica utilizada para identificar, extraer y documentar el conocimiento tácito (implícito) que se encuentra en la mente de los individuos o en los procesos organizacionales. Es una forma de recopilar y registrar el conocimiento existente y no disponible en la documentación formal, utilizado en diferentes ámbitos como la gestión del conocimiento, la ingeniería, o en el ámbito de negocios, entre otros. La elicitación de conocimiento puede usarse dentro del ámbito de la ingeniería para optimizar procesos industriales, crear sistemas expertos, para aplicaciones basadas en IA, etc.
Por ejemplo, si fuera tecnológicamente posible tener acceso a la mente de los trabajadores como plantean en la serie de ficción Severance (en español Separación) donde una siniestra corporación de biotecnología, Lumon Industries, utiliza un procedimiento médico de separación de recuerdos laborales de los no laborales, este conocimiento podría quedar registrado y disponible para ser utilizado, pero también está claro que esta premisa plantearía preocupaciones éticas y legales importantes en este momento de la historia, no sabemos en un futuro cercano.
El objetivo de la elicitación es obtener información precisa y relevante para ayudar en la toma de decisiones, mejorar la eficiencia y apoyar la capacitación y el desarrollo. Con esta información se elaboran unas reglas óptimas de actuación de los expertos que sirven de entrada principal para los controles que pueden ser programados en un proceso productivo.
La elicitación del conocimiento es importante por varias razones. En primer lugar (1), permite a las organizaciones documentar el conocimiento existente de los expertos en un área específica. Esto puede ayudar a evitar la re-invención de la rueda y mejorar la eficiencia en la toma de decisiones. En segundo lugar (2), la elicitación del conocimiento también puede ayudar a identificar las brechas en el conocimiento de una organización, lo que permite a las mismas tomar medidas de antemano. En tercer lugar (3), este proceso de elicitación puede ayudar a fomentar la colaboración y el intercambio de conocimientos entre los empleados de una organización.
La metodología para elicitación del conocimiento requiere una serie de pasos a seguir:
Análisis de requisitos: identificar el enfoque de los sistemas basados en conocimiento.
Modelado conceptual: creación de una base de terminología utilizada, definición de interrelaciones y restricciones.
Construcción de una base de conocimiento: reglas, hechos, casos o restricciones.
Operación y validación: Operar usando mecanismos de razonamiento automatizado.
Regresar al análisis de requerimientos si es necesario o continuar en el proceso.
Mejora y mantenimiento: ampliando conocimiento el sistema evoluciona, repetir a lo largo de la vida del sistema.
Posteriormente, es necesario realizar un análisis del conocimiento recogido, determinar que información es relevante y cual no lo es tanto, para que el resultado sea conocimiento de alta calidad. Un punto crítico de la elicitación es la disponibilidad de los expertos en el dominio involucrado, su contribución debería estar disponible a través de todas las etapas del proceso para garantizar buenos resultados.
Para un desarrollo correcto del proceso de elicitación es necesario contar con los siguientes elementos:
Expertos
Los expertos en el proceso pueden tener diferentes puntos de vista de un mismo asunto, debido a su experiencia, conocimientos e incluso aspectos más subjetivos como mentalidad, manera de enfocar las dificultades, retos, etc. Se debe considerar expertos especialistas en diferentes etapas, en diferentes infraestructuras, equipos, productos, etc.
Las barreras que pueden aparecer en este tipo de intercambio de información es que suelen contener ideas complejas y asociaciones, difíciles de comunicar de una manera sencilla, con detalle y organización, el uso del mismo lenguaje, como conceptos o vocabulario específico.
Las herramientas para la elicitación del conocimiento ayudan a los usuarios o expertos, a documentar sus propias necesidades al operar los procesos productivos mediante entrevistas presenciales u online, reuniones en grupo, estudios in situ, etc.
Entrevistas
Para adquirir conocimiento experto la mejor técnica es llevar a cabo una serie de entrevistas personales. Algunos de los inconvenientes de llevarlas a cabo son: la distancia, el tiempo requerido y el personal necesario para involucrar en este proceso. Por lo que los cuestionarios en papel u online, pueden ser una opción válida, que ahorra tiempo y costes y se facilita que estén presentes en le cuestionario todas las secciones, facilitando la comparativa y la evaluación de los resultados.
Las características para un buen diseño del cuestionario implican: (1) determinar la información relevante, (2) una buena estructuración con diferentes secciones ordenadas por temáticas, (3) ordenar cuestiones de más general a más en detalle en cada sección, focalizando en la idea de esa sección, con ello se evita la introducción de sesgos, malentendidos o errores, (4) realizar el diseño con un experto de dominio para asegurar que las cuestiones son suficientemente comprensibles para facilitar la respuesta.
Resultados
Los resultados esperados son las acciones a realizar por los operadoresde las líneas cuando se producen desviaciones de los parámetros. Estas respuestas junto con la información recogida se transforman en reglas óptimas necesarias para programar controles automáticos sobre el proceso, y donde estas reglas son el elemento principal. La obtención de las reglas no es una tarea fácil, se recomienda un proceso iterativo y heurístico en varias fases. Para la validación es necesaria una comparativa de la información recogida en la base de datos con las respuestas de los operadores para verificar las acciones cuando se producen las desviaciones de los parámetros de los valores deseados.
Se puede ver en la siguiente imagen de un sistema experto como estas reglas óptimas o también denominadas reglas if-then forman parte de la base de conocimiento, en concreto de la base de relaciones, que es la parte de un sistema experto que contiene el conocimiento sobre el dominio. En un primer paso, se obtiene el conocimiento del experto y posteriormente se codifica en la base de relaciones como reglas if-then.
Finalmente es cuando se puede utilizar lógica difusa o borrosa para el diseño e implementación de un sistema experto, es la lógica que utiliza expresiones que no son ni totalmente ciertas ni falsas, permite tratar información imprecisa como estatura media o temperatura baja, en términos de conjuntos denominados «borrosos» que se combinan en reglas para definir acciones: p.e. «si la temperatura es alta entonces enfriar mucho». Este tipo de lógica es necesaria si se quiere aproximar mejor a la forma de pensar de un experto, cuyo razonamiento no se basa en valores verdadero y falso típico de la lógica clásica, sino que requiere un manejo amplio de ambigüedades e incertidumbres propias de la psicología humana.
Actualmente en CARTIF la elicitación de conocimiento experto se está utilizando en el proyecto INTELIFER, cuyo principal objetivo es la optimización del proceso y los productos de una línea de fabricación de fertilizantes granulados NPK con apoyo de la inteligencia artificial.
La operación óptima de este tipo de plantas de fertilizantes granulados depende en un alto porcentaje de la habilidad de operadores expertos, pero que, a pesar de sus destrezas y habilidades, no pueden evitar las altas tasas de reciclo, frecuentes inestabilidades y paradas no deseadas, debido principalmente a la naturaleza extremadamente compleja del proceso de granulación siendo un proceso no lineal, acoplado, estocástico, multietapa, multiproducto, multivariable,etc. Por lo que la situación anteriormente expuesta ha supuesto la base científica para la definición del presente proyecto, siendo necesario el desarrollo de actividades de I+D en las cuales, mediante la aplicación de la filosofía de la inteligencia artificial junto con un mayor grado de sensorización y digitalización, se consiga optimizar este tipo de procesos de fabricación.
¡Al final no pude resistirme…fui a ver AVATAR 2, y en 3D! La sola idea de rememorar las sensaciones vividas hace ya 13 años, como espectador de uno de los más grandes avances tecnológicos de la animación del siglo XXI, pudo con la pereza de meterme en un cine la friolera de 3 horas. Sin embargo, esta vez quería ver cómo había evolucionado algo que ya en la primera película de la saga me llamó la atención: ser capaces de establecer un vínculo directo con la naturaleza. ¡Impresionante!
Vista la «peli», y de vuelta a la realidad, creo que nunca hemos perdido nuestro vínculo con la naturaleza, pero lo hemos ignorado pensando que ya no nos era necesario y que únicamente los avances tecnológicos harían de este mundo un sitio mejor, prescindiendo de nuestra esencia natural.
Es importante saber que toda medida desarrollada para proteger un ecosistema y la biodiversidad que lo habita nos protegerá, como parte de esa variedad de seres vivos y no hará otra cosa que mejorar nuestras condiciones de vida.
Actualmente hay una creciente necesidad de contactar con la naturaleza, bien por hartazgo ante una vida sedentaria y demasiado urbanita, bien por practicar deporte o bien por el mero hecho de entrar en contacto con la naturaleza y los árboles que la habitan; pero sin saber de los múltiples beneficios que ese «baño de bosque o naturaleza» está proporcionando. Aunque se cree que el concepto de baño de bosque (Shinrin-yoku en japonés) parece tener un origen ancestral, no fue hasta los cercanos años 80 del siglo XX cuando las autoridades forestales japonesas promocionaron el concepto para acercar a la gente los beneficios del bosque.
La sensación de bienestar que percibimos paseando por el monte tiene una explicación científica comprobada. Ya a mediados del siglo XX se demostró que ciertas coníferas eran capaces de depurar/desinfectar su entorno, generando un antibiótico natural (fitoncidas), como respuesta principalmente al ataque que continuamente reciben de los hongos. Esto tiene como consecuencia directa que la presencia de árboles en zonas residenciales mejora la salud de sus habitantes.
Existen claras evidencias acerca del papel esencial que juegan los espacios verdes y azules en el fomento de un estilo de vida más saludable y sostenible. En áreas urbanas y periurbanas, los espacios naturales disminuyen la exposición a factores potencialmente dañinos como el calor excesivo, ruido y la contaminación del aire. Los estudios han demostrado que las zonas verdes circundantes a espacios urbanos se asocian con una menor mortalidad. Del mismo modo, diversos estudios experimentales y observacionales han demostrado que la exposición a la naturaleza se asocia con mejoras cognitivas, de la actividad cerebral, de la presión arterial, del sueño, y de la actividad física y salud mental. Especial relevancia adquiere la mejora de la salud mental (ansiedad, depresión y estrés) debido a la actividad en la naturaleza.
Un aumento de espacios verdes/azules bien diseñados, equitativamente distribuidos y accesibles, como promueve el concepto de soluciones basadas en la naturaleza (NBS), constituye un factor importante para preservar y mejorar la salud mental y el bienestar.
La pandemia de COVID-19 y la posterior recesión económica han afectado a la salud mental de la población, con un aumento de los síntomas de ansiedad y trastornos depresivos y han revelado la necesidad de mejorar la comprensión de los tipos y características específicos de los espacios naturales que son claves para la salud mental.
Desde CARTIF llevamos tiempo trabajando en la re-naturalización de nuestras ciudades, entornos y todos aquellos espacios habitados que han perdido su carácter natural, con el propósito de hacer nuestras urbes más habitables… pero de manera natural y en convivencia con la naturaleza, proyectos como URBAN GreenUP,MyBuildingisGreen, NATMED… son una muestra de ello.
Teniendo en cuenta todo esto, la receta médica de baños de bosque, de soluciones basadas en la naturaleza o lo que hemos llamado terapias basadas en la naturaleza (Nature based Therapies) está cada vez más cerca.
Recientemente tuve la oportunidad de charlar con Odile Rodríguez de la Fuente, hija de Félix Rodríguez de la Fuente, sobre el vínculo con la naturaleza que su padre les inculcó a ella y sus hermanas y que aún mantiene, desde su faceta de divulgadora de la naturaleza, la cual realiza de una manera fantástica. Fue sin duda Félix quien percibió la desconexión ser humano-naturaleza en un momento clave del crecimiento del país, lo que hizo aún más difícil su trabajo pero que le ha permitido dejar una huella más profunda y duradera, sentando las bases del buscado vínculo con la naturaleza.
Se trata de explorar conexiones reales y profundas entre el ser humano y el mundo natural, que vayan más allá de los trabajos culturales en campo o de algunas experiencias de jardinería como la errónea percepción de que las tomateras engordan despacio al ser acariciadas…como si de una prueba de amor se tratara. Nada más lejos de la realidad, al acariciar una tomatera a diario su crecimiento en vertical se ralentiza y su tallo se engrosa, pero no es más que una reacción natural a una carga ficticia del viento.
Sin embargo, aún estamos a tiempo para proteger la naturaleza que nos rodea, para acercarla a nuestras ciudades y espacios habitados, y para volver a conectar, a vincularnos con ella.
El proceso de cierre de un proyecto exitoso, ejecutado durante 7 años de forma continua (60 meses de ejecución y casi un año de preparación), siempre conlleva una sensación agridulce.
Por un lado, aparece la satisfacción del deber cumplido tras alcanzar el objetivo, que no es otro que lograr los grandes impactos energéticos y medioambientales comprometidos. Además, en el caso de mySMARTLife, en el que los principales beneficiados son los ciudadanos, esa sensación de satisfacción es todavía mayor. Pero también es cierto que se produce una cierta sensación de melancolía, sobre todo relacionada con la previsible falta de contacto con las muchas personas de entidades de diferentes países que te han acompañado durante todo este proceso. Es algo así como estar aliviado, contento y satisfecho, pero algo triste a la vez por tener que despedirte de colegas y amigos con los que no va a ser tan fácil mantener el contacto por la lejanía. Algo difícil de explicar, pero que seguro muchos de los que leéis este blog, habéis experimentado en alguna ocasión.
Tras unos días en los que en CARTIF hemos conseguido recuperarnos del tremendo esfuerzo que ha requerido el cierre de nuestro proyecto mySMARTLife, como dice la famosa canción de Mecano (tan apropiada para estas fechas), toca hacer balance de lo bueno y malo.
Y el balance, sencillamente, no puede ser mejor. mySMARTLife ha sido un proyecto que ha contado con tres ciudades de la envergadura de Nantes en Francia, Hamburgo en Alemania y Helsinki en Finlandia, rodeadas de unos sólidos ecosistemas de innovación, que se comprometieron a mejorar la eficiencia energética en un 55% en tres distritos y a cubrir la demanda energética restante con al menos un 54% de fuentes de energía renovable. Además, también se comprometieron a realizar un despliegue masivo de acciones de electro-movilidad y a mejorar y robustecer las plataformas de adquisición de datos y toma de decisiones con las que ya contaban en las tres ciudades. Y para ello, el proyecto se comprometió a diseñar, implementar y evaluar 140 acciones, ya ejecutadas con éxito y que han conseguido apalancar más de 200 millones de euros de inversión, recibiendo cerca de 18 millones de euros de financiación por parte de la comisión europea bajo el programa Horizonte 2020.
Además de estas acciones más visibles, el proyecto también ha contado con otras tres ciudades que se comprometieron a planificar, de forma estructurada, su transición energética hacia la sostenibilidad. Algo que ya es inevitable por el entorno energético, económico y social en el que nos encontramos, las ciudades de Palencia en España, Bydgoszcz en Polonia y Rijeka en Croacia ya se comprometieron a ello con rigurosidad 7 años atrás.
En CARTIF nos felicitamos por haber cumplido este compromiso tan ambicioso. Los números, que tan habitualmente son fríos, en este caso permiten certificar el rotundo éxito del proyecto.
147.054 m2 de espacio calefactado han sido rehabilitados o construidos bajo criterios de alta eficiencia energética. 8.777,59 MWh de energía neta se han ahorrado al año en los tres distritos por las acciones de eficiencia energética desplegadas y 4.350 vehículos eléctricos, se han desplegado en las tres ciudades (entre ellos, 388 autobuses eléctricos). En definitiva, 33.145 toneladas de CO2 no se emiten anualmente a la atmósfera en el conjunto de las tres ciudades. En castizo, una pasada….
Este éxito abrumador se complementa, además, con los tres planes de transición energética en las ciudades seguidoras, que ya están comenzando la fase de implementación de las acciones estudiadas en muchos casos. Como el district heating de Palencia, la ciudad que tenemos más cercana a nosotros, que ya está en su fase de ejecución. Como ya se dijo anteriormente, los números en este caso sí reflejan los logros de las 6 ciudades acompañadas por el resto de socios del proyecto.
Antes de despedir mySMARTLife, quisiera mencionar o resaltar algunas de las acciones más emblemáticas o innovadoras. En Helsinki se desarrolló un Atlas Energético 3D que ayuda a planificar las acciones de aprovechamiento solar en toda la ciudad. En Hamburgo se inyectó hidrógeno (H2) en una red de gas. Durante varios días se consiguió inyectar un porcentaje de hasta un 40% de hidrógeno en la red. En Nantes, se diseñaron y desplegaron 22 autobuses eléctricos de 24 metros de longitud y capacidad para 150 pasajeros. En Hamburgo, además de desplegar 80 autobuses eléctricos, se realizó la electrificación completa de una estación de depósito de autobuses para su recarga principalmente nocturna. Por último, se realizó el pilotaje por primera vez en Francia o Finlandia de dos mini-autobuses eléctricos bajo conducción autónoma en condiciones de circulación real. Estos son unos pocos ejemplos de las acciones desplegadas por mySMARTLife.
Pero como en CARTIF no nos tomamos ni un minuto de reposo, ya estamos preparados para comenzar nuevas aventuras. Los días 31 de Enero, 1 y 2 de Febrero comenzamos NEUTRALPATH, proyecto alrededor de la temática de distritos limpios de energía positiva, en los que trabajaremos con las ciudades de Zaragoza, Dresden, Estambul, Vantaa y Gante. Pero esto será objeto de un próximo blog. Permaneced atentos…
«Divide et impera», consigna popular romana atribuida posteriormente a la figura del emperador romano Julio César. «Divide y domina» o más conocida como «Divide y vencerás», fue el fundamento estratégico sobre el cual se forjó el imperio romano (27 aC-476 dC). Casi nada. Acorde a la relevancia política y bélica de esta consigna, en el ámbito matemático, dio nombre a una de las ocho estrategias heurísticas clásicas de resolución de problemas junto a la codificación, organización, experimentación, analogía, introducción de elementos auxiliares, búsqueda de regularidades y suposición del problema resuelto.
La estrategia resolutiva en cuestión basada en fraccionar un problema en un conjunto de sub-problemas más pequeños, resolver estos sub-problemas, y combinar las soluciones. Es una metodología muy empleada en diversos campos científicos y que bajo diferentes nombres, teoremas, o métodos, como el método de integración por partes (calculo integral) o principio de los trabajos virtuales (resistencia de materiales), ha promovido la resolución de problemas complejos convirtiéndolos en múltiples problemas «fácilmente» resolubles.
Si por algo se caracteriza el mundo de la ingeniería es precisamente por este afán de transformar los problemas. Todos hemos oído alguna vez el chiste de cómo calcula un ingeniero el volumen de una vaca y cómo, frente a las funciones de aproximación a una superficie y su posterior integración que realizaría un matemático o la actuación de un físico empleando el principio de Arquímedes y metiendo la vaca en una piscina, el ingeniero daría su solución aproximando la vaca a una esfera.
En el campo de la ingeniería estructural, rama encargada del diseño y cálculo de elementos y sistemas estructurales para asegurar de antemano una respuesta estructural óptima (segura, resistente y funcional) aplica la mecánica de medios continuos, un modelo de cálculo super bonito en el mundo «académico» cuya aplicación en la vida real es muy «chunga». Por eso recurrimos al método de los elementos finitos, otro ensalzamiento ingenieril del «divide y vencerás», en el que la estrategia es convertir el medio continuo en un número finito de partes, «elementos», cuyo comportamiento se especifica mediante un número finito de parámetros en ciertos puntos característicos o «nodos». Comúnmente se llama a esto «simulación», aunque como mínimo debería ponerse el apellido de numérica.
Profesionalmente, trabajo en este campo para diseñar «cosas» de forma óptima. Pero cuando esas cosas son conjuntos de elementos configurables o catálogos de productos, y se quieren abarcar todas las opciones para ofrecer la mejor, podríamos hablar de la necesidad de desarrollo de aplicaciones de dimensionamiento o configuradores de cálculo de sistemas y productos. Pues bien, tras años trabajando en estos desarrollos para diferentes sectores, puedo decir, sin miedo, que desmembrar un proyecto entre los diferentes equipos de conocimiento sería el iceberg que nos deje congelados. Parece lógico pensar, que si estamos hablando del desarrollo de alguna aplicación de validación resistente de un producto configurable necesitemos quien conozca a la perfección dicho producto, con todas sus variantes y sus posibilidades, su terminología, su sentido, su coste y hasta su alma, si se me permite decir. Del mismo modo que se necesita, a ese nivel de conocimiento, alguien capaz de calcular y validar el producto en términos resistentes y funcionales y de quien sepa transformar, transcribir o visualizar adecuadamente esa validación numérica en alguna plataforma de fácil manejo. PUES NO, preparen los botes salvavidas. Una dosis de realidad difícil de digerir para un ingeniero y acérrimo defensor de los proyectos multidisciplinares como yo y de parcelar los problemas.
La experiencia profesional con sangre, sudor y lágrimas incluidas, ha mejorado nuestra concepción de la estrategia evitando estrategias sectoriales que dirigen el objetivo global, y en definitiva el producto, a un segundo plano. Y para entenderlo, nada más nuestro que esa conocida expresión de «zapatero a tus zapatos». ¿Sabéis de lo que os estoy hablando? ¿Aún no?
Esa compartimentación del proyecto es contraproducente frente a la detección temprana de errores, inevitables por otro lado y derivados de la falta de concepción y entendimiento entre profesionales (por ejemplo, los arquitectos y los ingenieros no hablan ni siquiera en la misma escala). Además relega las funciones del «experto» del producto a marcar las normas, reglas o rangos de consideración, lo cual parece bastante ilógico pues se aparta al experto del transcurrir del proyecto y claro, ¿Cómo detectamos los fallos?, y lo más importante ¿cuándo? en la evaluación final…o sea que seguimos, cual músicos del Titanic, hasta el final y luego ya veremos cómo nos trata el océanos de correcciones y versiones finales en la que nos veremos sumergidos por fallos e imprevistos que de unos derivan en la carga de trabajo de otros. Ahora sí sabemos de lo que estamos hablando, ¿verdad? Y esto sin entrar en las responsabilidades que también se han visto diluidas. Es culpa de…,Si me hubiese indicado que…
Es imposible ofrecer un servicio en este sentido, dirigido al desarrollo de una aplicación de verificación de cumplimiento de un producto configurable, si este no es concebido como un proyecto exclusivo de ingeniería de cálculo. O el todo incluido o «nada», y me refiero al verbo. Ahora bien, para obtener esta exclusividad, como ingenieros debemos comprender bien el producto, entender aspectos en los que quizá ni el cliente, con 30 años en el negocio, había tenido tiempo de pensar, debemos hacernos expertos y pensar. Es la única forma de afrontar con éxito un servicio de estas características. Aunque no quería usar el término holístico, por su uso indiscriminado, en este cometido encaja como un guante. Esa concepción del «todo», todo se debe considerar en todas sus partes, evitando interpretaciones, vorágines casuísticas, lecciones de bestialismo computacional o transcripciones y visualizaciones erróneas (el cliente nunca sabe lo que quiere hasta que lo tiene), pero sobre todo, el objetivo debe ser actuar en tiempo frente a posibles fallos.
¿Y dónde vamos a encontrar a alguien que quiera aprender, que plantee preguntas, que quiera mejorar el producto y el rendimiento de otras empresas, que tenga la capacidad para hacerlo, bien a nivel computacional o mediante técnicas experimentales o científicas y que encima pueda implementarlo en alguna plataforma para que su usabilidad, mejore por ejemplo, la competitividad de los diferentes departamentos técnicos y de ventas de otras empresas? ¿Te imaginas dar a un botón para obtener el trabajo semanal de un técnico?