Se entiende por esencia aquello que constituye la naturaleza de las cosas, lo que es permanente e invariable de ellas. Se entiende por esencia los caracteres invariables que hacen que una cosa sea lo que es y sin los cuales no lo sería.

La trayectoria de 15 años trabajando en un centro tecnológico me ha permitido darme cuenta y valorar la importancia que tiene el conservar la esencia por la cual se crean los Centros Tecnológicos (CCTT a partir de ahora).

Los CCTT según se conciben son las bisagras de la innovación al abrir y cerrar las oportunidades de los sistemas de innovación y al tener la misión de conectar los otros cuatro agentes de los sistemas: las administraciones públicas, los organismos de investigación, las empresas y la sociedad. Teniendo los centros ese papel tan relevante de unir ciencia y financiación con competitividad y valor, se necesita un fuerte y claro compromiso a largo plazo por todos los agentes para conseguir conglomerados de CCTT robustos en cuanto a su tamaño y disponibilidad de recursos e infraestructuras. Sin entrar en quien fue antes si el huevo o la gallina, hay numerosos ejemplos que demuestran la relación entre la competitividad y prosperidad de las regiones y la existencia de CCTT asentados que han sido capaces de conducir la ciencia hacia su explotación.

Los CCTT son esas entidades que deben afanarse por buscar la colaboración para valorizar los resultados y no para la generación de ciencia pura, son esas entidades que actúan de palanca para mover la cultura innovadora de las regiones alimentando de valor y de crecimiento a la sociedad. Son entidades que buscan la transferencia del conocimiento generando impacto. Se trata de los agentes claves para el apalancamiento de fondos dirigidos a aumentar la competitividad empresarial y en definitiva son los agentes que engrasan la rueda de la innovación para que se convierta en un círculo virtuoso de las regiones.

Lo que nos debe definir y diferenciar a los CCTT es el impacto que generamos en los ecosistemas industriales a los que pertenecemos, impacto medido desde un punto de vista económico y social. Es por ello que un Centro Tecnológico puro que conserve su esencia debe poder influir y modificar de manera incremental una tecnología y adaptarla a la resolución de un problema. Por ello, los CCTT deben centrar su estrategia de sostenibilidad y crecimiento en elegir sobre qué tecnología o tecnologías actuar para generar valor. La tendencia más habitual que desvirtúa el rol de un CT y lo aleja de su esencia, es centrar su estrategia en un sector. El sector no debe ser el medio si no el fin. No hay sectores estratégicos, si no tecnologías (si no, deberíamos llamarnos centros sectoriales, y no tecnológicos). Si conoces y controlas muy bien una tecnología, no tendrá impedimentos de pertenecer a la cadena de valor de ningún sector y podrás ser excelente en la tecnología y aportar valor a los ecosistemas implementándola, podrás tener la esencia de un centro tecnológico.

Los CCTT debemos encontrar, defender, y trabajar en mantener nuestro rol dentro de los ecosistemas industriales a los que pertenecemos, pero sobre todo en mantener la esencia por la cual existimos, trabajar para y por las empresas y la sociedad para la generación de valor, el crecimiento sostenible y la prosperidad. En definitiva, debemos trabajar para generar innovación porque solo así, conservaremos nuestra esencia.

Irene Hompanera
Últimas entradas de Irene Hompanera (ver todo)
Share This