El proceso de cierre de un proyecto exitoso, ejecutado durante 7 años de forma continua (60 meses de ejecución y casi un año de preparación), siempre conlleva una sensación agridulce.

Por un lado, aparece la satisfacción del deber cumplido tras alcanzar el objetivo, que no es otro que lograr los grandes impactos energéticos y medioambientales comprometidos. Además, en el caso de mySMARTLife, en el que los principales beneficiados son los ciudadanos, esa sensación de satisfacción es todavía mayor. Pero también es cierto que se produce una cierta sensación de melancolía, sobre todo relacionada con la previsible falta de contacto con las muchas personas de entidades de diferentes países que te han acompañado durante todo este proceso. Es algo así como estar aliviado, contento y satisfecho, pero algo triste a la vez por tener que despedirte de colegas y amigos con los que no va a ser tan fácil mantener el contacto por la lejanía. Algo difícil de explicar, pero que seguro muchos de los que leéis este blog, habéis experimentado en alguna ocasión.

mySMARTLife leaflet

Tras unos días en los que en CARTIF hemos conseguido recuperarnos del tremendo esfuerzo que ha requerido el cierre de nuestro proyecto mySMARTLife, como dice la famosa canción de Mecano (tan apropiada para estas fechas), toca hacer balance de lo bueno y malo.

Y el balance, sencillamente, no puede ser mejor. mySMARTLife ha sido un proyecto que ha contado con tres ciudades de la envergadura de Nantes en Francia, Hamburgo en Alemania y Helsinki en Finlandia, rodeadas de unos sólidos ecosistemas de innovación, que se comprometieron a mejorar la eficiencia energética en un 55% en tres distritos y a cubrir la demanda energética restante con al menos un 54% de fuentes de energía renovable. Además, también se comprometieron a realizar un despliegue masivo de acciones de electro-movilidad y a mejorar y robustecer las plataformas de adquisición de datos y toma de decisiones con las que ya contaban en las tres ciudades. Y para ello, el proyecto se comprometió a diseñar, implementar y evaluar 140 acciones, ya ejecutadas con éxito y que han conseguido apalancar más de 200 millones de euros de inversión, recibiendo cerca de 18 millones de euros de financiación por parte de la comisión europea bajo el programa Horizonte 2020.

Además de estas acciones más visibles, el proyecto también ha contado con otras tres ciudades que se comprometieron a planificar, de forma estructurada, su transición energética hacia la sostenibilidad. Algo que ya es inevitable por el entorno energético, económico y social en el que nos encontramos, las ciudades de Palencia en España, Bydgoszcz en Polonia y Rijeka en Croacia ya se comprometieron a ello con rigurosidad 7 años atrás.

En CARTIF nos felicitamos por haber cumplido este compromiso tan ambicioso. Los números, que tan habitualmente son fríos, en este caso permiten certificar el rotundo éxito del proyecto.

147.054 m2 de espacio calefactado han sido rehabilitados o construidos bajo criterios de alta eficiencia energética. 8.777,59 MWh de energía neta se han ahorrado al año en los tres distritos por las acciones de eficiencia energética desplegadas y 4.350 vehículos eléctricos, se han desplegado en las tres ciudades (entre ellos, 388 autobuses eléctricos). En definitiva, 33.145 toneladas de CO2 no se emiten anualmente a la atmósfera en el conjunto de las tres ciudades. En castizo, una pasada….

Este éxito abrumador se complementa, además, con los tres planes de transición energética en las ciudades seguidoras, que ya están comenzando la fase de implementación de las acciones estudiadas en muchos casos. Como el district heating de Palencia, la ciudad que tenemos más cercana a nosotros, que ya está en su fase de ejecución. Como ya se dijo anteriormente, los números en este caso sí reflejan los logros de las 6 ciudades acompañadas por el resto de socios del proyecto.

Antes de despedir mySMARTLife, quisiera mencionar o resaltar algunas de las acciones más emblemáticas o innovadoras. En Helsinki se desarrolló un Atlas Energético 3D que ayuda a planificar las acciones de aprovechamiento solar en toda la ciudad. En Hamburgo se inyectó hidrógeno (H2) en una red de gas. Durante varios días se consiguió inyectar un porcentaje de hasta un 40% de hidrógeno en la red. En Nantes, se diseñaron y desplegaron 22 autobuses eléctricos de 24 metros de longitud y capacidad para 150 pasajeros. En Hamburgo, además de desplegar 80 autobuses eléctricos, se realizó la electrificación completa de una estación de depósito de autobuses para su recarga principalmente nocturna. Por último, se realizó el pilotaje por primera vez en Francia o Finlandia de dos mini-autobuses eléctricos bajo conducción autónoma en condiciones de circulación real. Estos son unos pocos ejemplos de las acciones desplegadas por mySMARTLife.

mySMARTLife

Pero como en CARTIF no nos tomamos ni un minuto de reposo, ya estamos preparados para comenzar nuevas aventuras. Los días 31 de Enero, 1 y 2 de Febrero comenzamos NEUTRALPATH, proyecto alrededor de la temática de distritos limpios de energía positiva, en los que trabajaremos con las ciudades de Zaragoza, Dresden, Estambul, Vantaa y Gante. Pero esto será objeto de un próximo blog. Permaneced atentos…

Rubén García
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