Wearables para mujeres

Wearables para mujeres

Aunque creamos que las diferencias en el diseño de dispositivos tecnológicos para hombres y mujeres pueden ser innecesarias, lo cierto es que existen wearables específicos para cada sexo, sobre todo en temas relacionados con salud. Existen también otros que sin ser exclusivamente para uno de los dos, están diseñados como productos para uno en concreto, centrándose solamente en cuestiones de aspecto o modas.

Hoy vamos a centrarnos en los diseñados para las mujeres. No todos los dispositivos que voy a mencionar a continuación están ya en el mercado, algunos de ellos son aún proyectos pendientes de financiación, (casi siempre mediante crowdfunding) para continuar con su desarrollo y comercialización. No obstante, los resultados de todos sí son reales.

WEARABLES PARA LA SALUD FEMENINA

En temas relacionados con salud, nos encontramos con una oferta de dispositivos muy variada, enfocada, sobre todo, a cuestiones biológicas como el control del ciclo menstrual y/o cuestiones relacionadas con la maternidad y el embarazo. Por ejemplo:

–    Leaf, una joya muy popular por su diseño, que además de registrar la actividad física, permite llevar un control del ciclo menstrual completo y realizar avisos relacionados con el mismo. Tecnológicamente hablando, sus grandes ventajas son su autonomía, que puede llegar a 6 meses y la capacidad de almacenar datos durante 14 días seguidos sin tener que conectarse a la app.
–    YONO Fertility Friend es un dispositivo para el oído, que recoge la temperatura basal durante la noche. Mediante un sistema inteligente, proporciona información sobre los días fértiles.
–    La pulsera ReliefBand, para el tratamiento de las náuseas del embarazo. Funciona con la misma filosofía que la acupuntura. Consiste en dos electrodos, que a través de impulsos eléctricos mantienen “distraído” al sistema nervioso, bloqueando el dolor propio de la menstruación para que no llegue al cerebro
–    MilkSense, que se coloca en el pecho antes y después de cada toma durante el período de lactancia. Utiliza los cambios en los alveólos de la mama, para determinar la cantidad que tomó el bebé.

WEARABLES PARA MUJERES POR SU DISEÑO

Existen algunos wearables que no tienen una función concreta y exclusiva para el sexo femenino, sin embargo, por su diseño, entendemos que lo son:

–    La firma Swarosvki nos trae el Lumo lift, un broche con un sensor incluido que nos avisa cuando la postura de nuestra columna no es la correcta.
–    Un poco en la frontera, tenemos las horquillas First Sign que alertan sobre posibles ataques. La pinza detecta posibles agresiones, mediante un sensor de movimientos bruscos. De inmediato se conecta con la cámara del móvil y avisa a los servicios de emergencia proporcionándoles la localización.
–    En cuanto a protección, esta vez solar, disponemos de pulseras, bikinis y toallas inteligentes que detectan la exposición a los rayos uva y que, mediante RFIDs, envían alertas al móvil en función del tipo de piel.
–    Ombra, funciona como cualquier wearable deportivo.  La diferencia es que los sensores se integran en un sujetador.

WEARABLES PARA MUJERES DE MODA

Hablando de aspectos puramente decorativos o del mundo de la moda tenemos una gran variedad de vestibles. Se puede decir que la apuesta de marcas como Swarosky y L’Oreal permite intuir la dirección del mercado y su intención de fusionar moda y tecnología.

En este grupo encontramos auténticas joyas, con las mismas o parecidas funciones que los smartwatch:

–    Anillo Ringly, que está sincronizado con tu smartphone para avisar de llamadas y cualquier tipo de alertas, mediante leds de colores y vibración.
–    Anillo húngaro Omate, presentado en oro, plata o piedras preciosas.
–    Brazalete Tago arc, que se caracteriza por estar recubierto de una pantalla de tinta electrónica que permite, desde una app, seleccionar o incluso crear el diseño del mismo.

En cuanto a complementos de moda, dejando a un lado las joyas, existen ya desde los dispositivos más prácticos, como los bolsos inteligentes que permiten cargar el móvil y enviar alarmas, a los más fastuosos, como los vestidos que están desarrollando las diseñadoras Ezra y Tuba Cintel, junto con Intel. Especialmente mencionable es su “vestido de las mariposas” que hace imposible no recordar a los modelos de ficción de Katniss Everdeen en los “Juegos del Hambre”.

¿Abrió Nikola Tesla una puerta a la accesibilidad? (II)

¿Abrió Nikola Tesla una puerta a la accesibilidad? (II)

En mi anterior post, publicado la semana pasada, hice una recopilación de las más interesantes definiciones del «Internet de las cosas» o ese «mundo conectado» al que todas las personas sin discriminación por razones económicas, sociales o de diversidad funcional deberían tener acceso.

La carrera por conectarnos a todo y a todos, en el mundo de la discapacidad, la va ganando el llamado “hogar conectado” y todo lo referente a orientación y movilidad tanto en interiores como en exteriores. Estos dos aspectos facilitan en gran medida la independencia de las personas con discapacidad en el hogar, en el trabajo o en la calle.

En el marco del “hogar conectado”, las opciones para aplicar Internet de las Cosas en la mejora de la calidad de vida son muy amplias. Veamos algunos ejemplos:

•El sistema de iluminación Philips Hue facilita la comunicación a personas con discapacidad auditiva, mediante el uso de luces para notificar diferentes señales y avisos sonoros que ellos no pueden escuchar. Este sistema proporciona una plataforma de software abierto, lo que facilita su uso desde aplicaciones externas adaptadas a cada usuario.

•Marcas como Bosh o Miele, anuncian la inclusión de inteligencia y conexión con smartphones en sus electrodomésticos, tanto para su control como para ofrecer otro tipo de servicios (recetas, lista de la compra).  El control de electrodomésticos a distancia, incluso por voz, puede ser una gran ventaja para personas con dificultades motoras para las que el uso de los mandos convencionales pueda ser un problema.

En CARTIF tenemos experiencia con este tipo de aplicaciones. En uno de nuestros proyectos sobre IoT, recientemente terminado, desarrollamos la posibilidad de que los electrodomésticos se adapten a los gustos de los usuarios de manera automática, sólo con que éstos últimos expresen su opinión. Los electrodomésticos de usuarios con perfiles similares se comunican entre ellos para compartir recetas que son combinadas por la propia máquina en función de cada usuario. SANDS, como en el caso anterior, permite la configuración y puesta en marcha de los electrodomésticos desde una aplicación en red. Contribuyendo así al desarrollo del «hogar conectado»

La adaptación automática de las recetas, podría ayudar a personas con discapacidad cognitiva o problemas de memoria, a utilizar los electrodomésticos según sus gustos sin tener un amplio conocimiento de los comandos.

Para facilitar la movilidad y la orientación tenemos proyectos como:

•    La silla de ruedas de AT&T y Permobil, con conexión inalámbrica. El usuario comparte información sobre su estado y situación a través de una nube segura. También puede modificar aspectos como la posición de la silla.

•    Sistemas de búsqueda de aparcamiento, como el de Viarium Technology, proporcionan información a personas con movilidad reducida sobre aparcamientos libres adaptados.

•    Danok, aplicación de Konectik que utiliza los sensores de la tecnología iBeacon para proporcionar información sobre el entorno. Esta aplicación es especialmente útil para personas ciegas y para personas con discapacidad cognitiva.

•    Proyecto Kango de Aditium. Realiza un seguimiento, mediante tarjetas NFC de los escolares durante su itinerario al colegio. Este proyecto puede ser útil también para personas mayores y personas con discapacidad cognitiva o enfermedad mental.

•    El audífono conectado Oticon Opn. Mediante conectividad Wifi y recetas basadas en IFTTT (IF This Then That) permite a las personas sordas configurarlo para recibir diferentes alertas como puede ser un timbre, o la activación de un detector de humo.

En definitiva, podemos ver cómo el camino hacia esa interconexión para “cualquier persona”, puede estar más cerca gracias a los avances del IoT.

¿Abrió Nikola Tesla una puerta a la accesibilidad? (II)

¿Abrió Nikola Tesla una puerta a la accesibilidad? (I)

Nikola Tesla, visionario ingeniero y físico del siglo XIX, dedicó gran parte de su vida a la transmisión inalámbrica de energía del mismo modo que se hacía con la radio. Fue probablemente el primero que imaginó un mundo conectado describiéndolo con estas palabras: “Cualquier persona, en mar o en tierra, con un aparato sencillo y barato que cabe en un bolsillo, podría recibir noticias de cualquier parte del mundo o mensajes particulares destinados solo al portador; la Tierra se asemejaría a un inconmensurable cerebro, capaz de emitir una respuesta desde cualquier punto”.

¿No es el ahora llamado Internet de las Cosas (IoT) un gran paso hacia ese “inconmensurable cerebro”? Para aquellos que nos dedicamos a las nuevas tecnologías, ¿no debería la expresión “cualquier persona”, motivarnos a no excluir a nadie del mundo conectado, ya sea por razones económicas, sociales o de diversidad funcional?

“Internet de las Cosas” es una expresión que hoy cuenta con infinidad de descripciones, pero podemos concretar que es un término inventado en 1999 por Kevin Asthon, co-fundador del MIT y creador de un sistema estándar global para RFID y otros sensores. Utilizó el término IoT para describir un “sistema donde Internet está conectado con el mundo físico a través de sensores ubicuos”.

Una de las descripciones más formales encontradas pertenece al Cluster of European Research Projects (IERC, 2009) que lo define como “una infraestructura de red global y dinámica con capacidad de auto configuración basada en protocolos de comunicación estandarizados e interoperables donde las cosas (things) físicas y virtuales tienen identidades, atributos físicos, personalidad virtual, y haciendo uso de interfaces inteligentes se integran perfectamente en la red de información”.

Más recientemente, Diego Soriano (CENTAC) ponía palabras un poco más amables y accesibles el concepto de IoT: «De forma resumida, IoT es la tecnología que permite emplear de forma conjunta, sencilla y barata gran cantidad de elementos electrónicos conectados a Internet».

Si unimos estas ideas con los siguientes aspectos tecnológicos:
•    la gran cantidad de sensores y wearables disponibles y en fases de diseño
•    el uso de tecnologías como Big Data y Cloud para analizar, gestionar y almacenar los datos generados por estos dispositivos

Internet de las Cosas nos proporciona elementos suficientes para crear productos y sistemas capaces de facilitarnos la vida al poder interactuar con el mundo que nos rodea sin tener que estar conectados a él a través de cables (avisos en nuestro smartphone, tablet o pulseras desde los dispositivos que nos rodean, posibilidad de interactuar con los electrodomésticos y elementos de seguridad de nuestra casa desde una ubicación diferente). Como veremos en próximos posts, ese “facilitarnos la vida” del IoT puede resultar especialmente útil y significativo para personas con discapacidad y suponer un avance en su independencia.

Por una parte, tenemos aquellos productos de carácter general que abren campos de aplicación a diferentes colectivos y, por otro, soluciones creadas específicamente para personas con alguna discapacidad y que, en la línea de la reflexión que siempre hacemos, evolucionarán facilitando la vida al público en general.

La semana que viene seguiremos analizando los diferentes escenarios de aplicación del IoT al mundo de la discapacidad. Además de todo lo relacionado con el “hogar conectado”, veremos algunos ejemplos concretos de aplicación que ya están en el mercado.

Accesibilidad TIC: deber, ganancia y satisfacción

Accesibilidad TIC: deber, ganancia y satisfacción

En un tiempo en que las tecnologías están presentes en todos los ámbitos de la vida de una persona, la accesibilidad TIC es imprescindible para asegurar la igualdad de oportunidades para todas las personas en el uso y acceso de recursos, productos y servicios.

En España, según el informe sobre Estrategia Española de la Discapacidad, un 8,5% de la población declara tener alguna discapacidad.

Teniendo en cuenta esta cifra, la tendencia a crear normativas y estándares para que las empresas ofrezcan productos accesibles, puede convertir el producto, no sólo en un bien social, sino también en una oportunidad de mercado.

Las grandes empresas, se pronuncian al respecto y empiezan a dirigir sus proyectos hacia la discapacidad. En este mes de marzo, Microsoft ha liderado una jornada informativa centrada en el “Estándar Europeo de Accesibilidad y su impacto en la industria TIC”.

En esta jornada se han reunido expertos nacionales de asociaciones y entidades públicas y privadas con Alex Li, experto en accesibilidad y analista de estándares de Microsoft. Juntos, han analizado las implicaciones de este estándar, su implementación en las administraciones españolas y la creación de mecanismos para garantizar su cumplimiento.

El Estándar Europeo de Accesibilidad se aprobó en febrero de 2014 y ha sido adaptado en España a partir de la norma europea EN 301 549: “Requisitos de accesibilidad adecuados para la contratación pública de productos y servicios TIC en Europa”.

Con este estándar se establecen los requisitos funcionales para garantizar que los productos y servicios TIC sean accesibles para todas las personas. Además, la norma europea describe los procedimientos de ensayo y la metodología de evaluación de cada uno de ellos.

Aun siendo conscientes de la importancia de la norma y de su aportación a derechos fundamentales, no es de obligado cumplimiento, por lo que se insta tanto a la administración como a las empresas privadas a responsabilizarse de su implantación en la industria TIC.

La implicación de la administración pasa por incluir la accesibilidad en las licitaciones y en sus criterios de contratación y la garantía de su cumplimiento. La de las empresas privadas por ofertar productos con accesibilidad integrada desde el principio del diseño.

Los puntos más destacables de las conclusiones de las jornadas se pueden resumir en los siguientes:

•    “El estándar acercará la tecnología a un mayor número de personas“ (Alex Li – Microsoft)
•    “El diseño para todos deber ser incorporado de serie”. (Miguel Ángel Valero -CEAPAT)
•    “La norma establece unos mínimos. La responsabilidad de su implementación es de todos”. (Loïc Marínez – Equipo redactor de la norma)
•    “La integración de la accesibilidad es también una obligación moral” (Miguel Ángel Valero – CEAPAT)
•    “El diseño accesible es una oportunidad de mercado que las empresas deben aprovechar”  (Jesús Hernández – Fundación ONCE)

En cuánto a los debates abiertos, cabe destacar el referente a la garantía y certificación de la accesibilidad del producto. Por un lado, están aquellos que creen que debe existir una certificación externa para garantizar la accesibilidad de los productos. Por otro, aquellos que creen que cada empresa debe auto certificar su producto.

La segunda opción puede resultar mucho más práctica y fácil de aplicar, ya que cada empresa conoce mejor que nadie su producto. Sin embargo, asociaciones relacionadas con la discapacidad parten de la desconfianza de la no aplicación de otras normas por empresas que dicen hacerlo, como ocurre en muchas ocasiones con la accesibilidad web.

Otro debate abierto, es el que se refiere a la vigilancia por parte de la administración del cumplimiento de la norma. Li, apoya la idea de medidas por incumplimiento de contrato. Para ello, el contrato o licitación debe llevar claramente incluidas las condiciones de accesibilidad del producto o servicio.

Por otra parte, si entre los criterios para la contratación pública se incluyen pautas de accesibilidad, las empresas que lo ofrezcan tendrán una ventaja competitiva sobre el resto, y la administración tiene en su mano garantizar la accesibilidad del producto.

Tenemos a la vista la posibilidad de evitar futuras sanciones, la oportunidad de mercado y la satisfacción de crear y vender productos socialmente inclusivos.

¿Es la accesibilidad una opción?

¿Es la accesibilidad una opción?

Es parte de la naturaleza humana relativizar los inconvenientes y los problemas dependiendo de lo que nos afecte personalmente o a nuestro entorno. En lo que se refiere a accesibilidad y diseño universal, aún hoy en día, es frecuente la creencia de que esos son problemas que deben abordar solo aquellas personas relacionadas con el ámbito de la discapacidad.

En este mundo, se puede decir que la mentalidad general ha avanzado bastante, aunque no lo suficiente, y menos en lo referente a la discapacidad intelectual. Ya en el Renacimiento empezó el cambio de actitud hacia las personas con discapacidad –en España, Isabel la Católica creó hospitales para los soldados en los que se les facilitaban prótesis y aparatos terapéuticos-. Aun así, hasta mediados del siglo XIX no se empieza a ver la discapacidad con ojos clínicos con el fin de conocer sus causas y las posibles mejoras. Pero se sigue tratando el tema desde los servicios sociales, viendo a las personas con discapacidad con habilidades nulas, social y productivamente hablando.

Ya a mediados del siglo XX, en 1955, durante la Conferencia Internacional del Trabajo, se presenta una recomendación sobre “la rehabilitación y el empleo de los inválidos”, en la que se plantea “la necesidad de poner a disposición de las personas con discapacidad medios de adaptación y readaptación profesional independiente de su origen, naturaleza y edad siempre que puedan ser preparados para ejercer un empleo adecuado y tengan perspectivas razonables de obtener y conservar el empleo”. Aunque tiene matices aún analizables, se puede considerar como la precursora de la integración social y laboral de las personas con discapacidad.

Aunque en 1948 ya se habla de la igualdad de derechos para todas las personas en La Declaración Universal de los Derechos Humanos, este cumplimiento no se regulariza para las personas con discapacidad hasta 2006, en la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. En España entró en vigor dos años después.

A raíz de la Convención, van surgiendo leyes que tratan de irse adaptando a la realidad, con mayor o menor éxito. ¿Y cuándo empezamos a hablar de accesibilidad? En 2007, con la Ley de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal, conocida como LIOUNDAU. ¡Por fin! De este desarrollo surge el I Plan Nacional de Accesibilidad 2004-2012, cuyo objetivo principal es: “alcanzar la accesibilidad universal de todos los entornos, productos y servicios para superar las barreras que discriminan a las personas con discapacidad”

En 2013, se refunde junto con otras leyes en la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social, en la que se introducen principios como Diseño Universal, Inclusión Social y Vida Independiente entre otros. Entre sus ámbitos de aplicación está el de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información.

Esta legislación tiene soporte en diferentes pautas y normativas internacionales y nacionales relacionadas con la ergonomía de las interfaces (ISO 9241‐151:2008), la accesibilidad de hardware (UNE 139801:2003) y software (UNE139802:2009), el subtitulado (UNE 153010:2003), la audiodescripción (UNE 153020:2005) y  en pautas sobre accesibilidad web (WAI).

En lo referente a diseño universal o diseño para todos, es necesario precisar que este concepto no abarca todos los casos posibles. Como aclaró Stephanidis en 2001, “el diseño universal no implica necesariamente que un único diseño deba ser adecuado para todos los usuarios, sino que debe ser entendido como una filosofía de diseño que intenta satisfacer las necesidades de accesibilidad para el mayor número de usuarios posibles”.

En España existen entidades como el Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad (CENTAC), el Centro de Referencia Estatal de Accesibilidad y Apoyos Técnicos (CEAPAT) o el Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción (CESyA), que se encargan de fomentar y apoyar todo lo que respecta a las necesidades de accesibilidad de las personas con discapacidad.

Tras esta recopilación de leyes, normativas y aspectos relacionados con la accesibilidad en el campo de la informática, queda claro que el diseño y desarrollo accesible no es una opción sino una obligación –en términos legales-. El problema es que esto no está entendido como parte de los diseños – en pocas universidades se está considerando la accesibilidad, y sólo como una asignatura optativa paralela-. Esto hace que el desarrollo de sistemas accesibles necesite de expertos en accesibilidad, lo que aumenta los costes en tiempo y dinero de cualquier proyecto tecnológico.

Habría que plantearse si este ahorro compensa en coste y calidad, el gasto que supondría tener que adaptar o incluso rehacer los diseños, en el caso de que las leyes de accesibilidad digital fueran aplicadas con la misma rigurosidad que las que afectan a los diseños arquitectónicos. ¿Se construye un nuevo edificio sin accesos del nivel 0?

Por último, si estamos hablando de “satisfacer las necesidades del mayor número de usuarios”, deberíamos tener en cuenta que estamos abriendo las expectativas de mercado de los productos que desarrollemos. Donde vemos una obligación, ¿no podríamos tener un buen negocio?