COP27: por qué te afectan las decisiones sobre el cambio climático tomadas en esta cumbre

COP27: por qué te afectan las decisiones sobre el cambio climático tomadas en esta cumbre

Del pasado 6 al 20 de noviembre tuvo lugar la 27 Conferencia de la Partes en Sharm el Sheikh donde se reunieron los líderes de los estados en la búsqueda de acuerdos contra el cambio climático y la definición de un plan de acción que permita lidiar con los retos actuales. En este post te desvelamos las conclusiones acerca de esta conferencia y por qué este tema debería interesarte.

Cambio climático…He oído hablar de ello, ¿pero por qué debería preocuparme?

Cuando hablamos de cambio climático, una gran parte de la población lo relaciona únicamente con el incremento de la temperatura. Y sí, tienen razón, se evalúa la gravedad del cambio climático a través del incremento en la temperatura, pero son las consecuencias derivadas de este incremento en temperatura lo que debería preocuparnos, además de sus causas, para poder combatirlo. Listo a continuación algunas relaciones que parecen algo contradictorias:

Los cambios cíclicos en el clima siempre han existido, éste es uno más; sí y no. Desde hace 100 mil años han existido cambios climáticos muy considerables y de forma cíclica. Sin embargo, con la llegada del Holoceno, hace 10.000 años, la temperatura en la Tierra se estabilizó variando únicamente su temperatura media en un rango de un grado centígrado. Esto facilitó el desarrollo de un planeta estable, y predecible. Es, de hecho, el único período en el que podemos asegurar que el desarrollo de la vida humana puede tener cabida. No obstante, las actividades humanas y el consiguiente incremento de gases de efecto invernadero en la atmósfera han hecho que abandonemos el Holoceno, adentrándonos en el Antropoceno, una situación sin precedentes, como se puede ver en la gráfica inferior.

Fuente: https://climate.nasa.gov/evidence/

Esta época se caracteriza por incremento exponencial de temperaturas, como puede observar en la gráfica inferior, extraída de documentación del Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático (IPCC).

Valérie Masson-Delmotte et al., “Climate Change 2021: The Physical Science Basis,”

Sube la temperatura, pero hace más frío en invierno: la entrada en el Antropoceno y la subida de temperaturas ha hecho que estemos en riesgo de desestabilizar por completo los procesos atmosféricos de la Tierra y romper su equilibrio. Es precisamente este desequilibrio el que ocasiona que existan más extremos en las temperaturas, tanto en invierno como en verano. En la gráfica se puede observar la frecuencia en eventos extremos que existirían dependiendo de los potenciales incrementos de temperatura en el futuro.

Valérie Masson-Delmotte et al., “Climate Change 2021: The Physical Science Basis,”

Llueve más, pero hay más sequias. Un incremento en la temperatura terrestre afecta también a la temperatura de los océanos. Dado que el agua caliente ocupa más, esto acarrea un riesgo para todas las zonas costeras que se podrían ver afectadas por la subida del nivel del mar, y también impacta en el deshielo progresivo de los polos (cuya disminución de superficie también reduce la capacidad de la Tierra de reflejar la radiación solar). Sin embargo, lo que no resulta tan inmediato es la alteración del ciclo del agua: al existir más vapor de agua en el ambiente se producen tormentas más intensas. Esto puede desembocar en inundaciones fuertes y frecuentes, al igual que la aparición de huracanes. De hecho, se estima que episodios como el Huracán Sandy en 2021 ocurran anualmente a partir de 21001 . Pero, ¿qué pasa con las sequías? Al existir un incremento en temperatura, se evapora una mayor cantidad de agua del suelo (contribuyendo de nuevo a la desestabilización del ciclo del agua). Al volver ésta en forma de lluvias intensas al suelo, éste no es capaz de absorber esta cantidad de agua a esta velocidad, con lo cual contribuye a inundaciones derivadas de estas precipitaciones intensas. Además, por otro tipo de procesos, la capacidad de absorción y la calidad del suelo está actualmente mermada. Esto tiene diversas consecuencias, como puede ser la falta de seguridad alimentaria. [ Para saber más de este tema, recomiendo este documental: «Kiss the Ground» ]

Por lo tanto, el problema del cambio climático no es únicamente el incremento de temperatura, sino también todas las consecuencias derivadas del mismo y el desequilibrio que implica en los servicios ecosistémicos que ofrece la Tierra. Por todos estos motivos, se fija el límite de temperatura en 1,5ºC, que es el que permite operar en un entorno seguro. Sin embargo, parece fácil sobrepasarlo.

¿Y qué se ha decidido en la COP27? ¿Son suficientes los acuerdos que se han tomado?

Actualmente, no estamos haciendo lo suficiente para reducir las emisiones de efecto invernadero para mantenernos en el límite de 1,5ºC de incremento de temperatura. Si bien existen opiniones diversas acerca de los resultados de la COP27, un sentir bastante generalizado es que, aunque se haya mantenido el objetivo de 1,5ºC fijados en el Acuerdo de París y renovado en la COP26 en Glasgow, es necesario hacer mucho más. En particular, los países que más emiten no se han comprometido a eliminar los combustibles fósiles, ni a establecer nuevos acuerdos para contribuir a la mitigación del cambio climático2.

Sin embargo, un punto positivo de la COP27 es su apoyo a los países más vulnerables, enfocando el discurso en la justicia climática. En efecto, las consecuencias del cambio climático más duras se acaban sufriendo por aquellos países que menos contribuyen a ello y que encima son más vulnerables. De hecho, según el Lancet Countdown Report de 2018, se estima que podrían existir un billón de migrantes climáticos.

Cada décima de grado cuenta. Las consecuencias de no actuar y sobrepasar aunque sea temporalmente este límite de 1.5ºC puede acarrear riesgos severos, algunos de los cuales pueden ser irreversibles, según el último informe del IPCC. Globalmente y de forma coordinada, tenemos que adaptarnos a estas nuevas circunstancias, pero también mitigar las futuras consecuencias del cambio climático. No obstante, estas acciones de mitigación y adaptación sólo se pueden aplicar a nivel local. Para darte algunas ideas sobre qué se puede hacer, te recomiendo un proyecto en el que estamos trabajando en CARTIF, al igual que proporciono referencias adicionales.

¿Cómo contribuye CARTIF en la lucha contra el cambio climático?

En CARTIF, especialmente desde el área de Políticas de Energía y Clima, trabajamos en el desarrollo de modelos (a diferentes escalas), herramientas y soluciones para analizar el cambio climático y proponer soluciones de adaptación y mitigación. En particular, en el proyecto RethinkAction (GA 101037104) coordinado por CARTIF, desarrollaremos una plataforma de evaluación integrada para simular y evaluar soluciones de adaptación y mitigación basadas en los usos del suelo. Este análisis lo realizaremos tanto a escala local, europea y global, como a lo largo del tiempo, lo cual permitirá tanto al público en general, como a aquellos encargados de tomar decisiones entender mejor el impacto de su aplicación, Para ello, desarrollaremos modelos de dinámica de sistemas que aplicaremos tanto en los 6 casos de estudio (ejemplos representativos de los impactos del cambio climático), como a nivel europeo y global, y nos apoyaremos en información satélite georreferenciada.

Si quieres más información…

Propongo la consulta de tres fuentes.

1. En primer lugar, la documentación más relevante es aquella generada por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC por sus siglas en inglés), donde periódicamente se generan informes de evaluación de la situación del cambio climático, centrándose en diversos ámbitos. En particular en el último informe se centran en los impactos del cambio climático, adaptación y vulnerabilidad.

2. En segundo lugar, sugiero el simulador de la herramienta EN-ROADS, desarrollada por CLIMATE INTERACTIVE y el MIT para analizar escenarios futuros y las consecuencias en la temperatura dependiendo de las políticas que se apliquen en diversos ámbitos como la energía, transporte, etc.

3. Finalmente, cabe destacar el trabajo del Stockholm Resilience Centre y la investigación orquestada por Johan Rockström. Estos expertos han analizado ciertos límites (límites planetarios) en una serie de ámbitos que deberían respetarse (ver imagen inferior). Son puntos de no retorno donde, una vez sobrepasados, no podríamos volver atrás y harían que el funcionamiento de la Tierra se descontrolase. Como se puede observar, muchos de ellos tienen relación con el cambio climático, pero también con la contaminación que generamos, el uso de agua, etc.

Fuente: https://www.stockholmresilience.org/research/planetary-boundaries.html

Además de poder consultar los artículos científicos donde se expone esta teoría (aquí dejo un artículo), recomiendo la visualización del documental que han hecho al respecto, llamado “Los límites de nuestro planeta: Una mirada científica”. Según el documental, el mensaje principal es esperanzador: todavía tenemos tiempo. También, destaca cuatro líneas principales de acción:

1. Reducir a cero las emisiones de efecto invernadero

2. Proteger todos aquellos elementos terrestres que contribuyen a la absorción de nuestros impactos (humedales, suelos, bosques y océanos)

3. Cambiar nuestras dietas y la forma en que producimos la comida

4. Movernos hacia una economía circular.

El reto es enorme y crítico. Si bien muchas decisiones deberían tomarse a un nivel superior de políticas, ¿cómo puedes usar tu voz, tu voto y tus decisiones para contribuir en esta lucha?

Tu mundo depende de ello.


1 Georgina Gustin, “U.S. Coastal Cities Will Flood More Often and More Severely, Study Warns,” Inside Climate News, June 7, 2017. https://insideclimatenews.org/news/07062017/coastal-flooding-extreme-sea-level-rise-forecast

2 Statement by President von der Leyen on the outcome of COP27 https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/en/STATEMENT_22_7043

Sistemas de información geográfica en el ámbito energético

Sistemas de información geográfica en el ámbito energético

Aunque el término Sistema de Información Geográfica (SIG) es conocido, es posible que muchos de vosotros no sepáis las aplicaciones que puede tener o su relevancia dentro del ámbito energético. De forma resumida, los SIG (o GIS, en inglés) son todos aquellos softwares encargados del tratamiento de datos con alguna componente geométrica y que se pueden reflejar en un mapa en su localización precisa. Estos datos pueden ser 2D o 2,5D* (descritos mediante puntos, líneas y polígonos), 3D, o nubes de puntos (datos LiDAR). Además, estos datos geográficos normalmente están asociados a tablas de atributos, donde se introduce información de los mismos. Por ejemplo, podemos tener un mapa con las provincias de España y en la tabla de atributos tener asignado a cada polígono que representa una provincia sus datos demográficos, económicos, etc.

Uno de los aspectos más remarcables de estos sistemas no es sólo el poder visualizar entidades en su localización geográfica precisa, sino que estas capas de información se pueden superponer permitiendo visualizar a la vez elementos geográficos que reflejen una realidad distinta. Esto es bastante inmediato y estamos muy acostumbrados a verlo en aplicaciones móviles, por ejemplo de GPS, donde observamos un mapa base (un mapa de una ciudad o una imagen satélite) y diversas capas que se ponen por encima como los nombres de las calles, establecimientos, etc.

Aparte de poder usar estos sistemas para poder guiarnos en ciudades (que no es poco) su potencial reside en poder realizar análisis espaciales, que serían inviables de otro modo. De esta manera, podríamos dar respuesta a preguntas del tipo:

  • ¿Cuáles serían las zonas inundables por este río?
  • Si ocurre un incidente en esta zona, ¿cuáles serían los hospitales más cercanos? ¿Cuál sería la mejor ruta para las ambulancias en cuanto a distancia? ¿Y en cuanto a tiempo?
  • ¿Dónde se deberían colocar las paradas de esta línea de bus para que estén separadas como máximo 600 metros? ¿Qué áreas de la ciudad se podrían beneficiar de ella considerando un radio desde la parada de 10 minutos caminando?
  • ¿Cómo se han ido modificando las superficies forestales de un área? ¿Existe riesgo de desertificación?

Éstas sólo suponen una pequeña muestra del alcance de los SIG, que resultan de gran utilidad para llevar a cabo tareas de planificación en muchos ámbitos (riesgos y accidentes, gestión del tráfico, redes de transporte, impacto ambiental, agricultura, desastres naturales…). Pero si nos movemos al ámbito energético, los SIG también tienen un gran potencial para el soporte al desarrollo de planes energéticos, cumplimiento de directivas energéticas y seguimiento de los resultados. Por ejemplo, podríamos llegar a saber qué áreas son las más necesitadas para llevar a cabo una rehabilitación energética. A este respecto, cabe destacar como ejemplo el mapa desarrollado por la Universidad de Columbia sobre el consumo estimado en la ciudad de Nueva York.

Además, se pueden evaluar diversos escenarios de actuación donde se mida la efectividad de las distintas actuaciones o si una zona puede ser abastecida por otro tipo de energía (renovable por ejemplo). Calculando estos indicadores, se puede comprobar si se cumple con los objetivos impuestos en una determinada directiva.

En CARTIF, trabajamos con los SIG y sus aplicaciones para dar soporte al cumplimiento de las Directivas Europeas en el ámbito energético, más específicamente al paquete de Directivas “Clean Energy for All Europeans”. Además se estudia con especial atención la estructura de los datos y los estándares que se han de seguir para garantizar su interoperabilidad. En este sentido, hay que destacar los estándares abiertos propuestos por el Open Geospatial Consortium (OGC), y también la Directiva INSPIRE, que define la infraestructura para la información espacial en Europa y que será de aplicación en 2020.

Ésta última pretende armonizar y poner a disposición la información geoespacial en Europa en un rango de 34 temas. Aunque ninguno de ellos es directamente el energético (estos aspectos se pueden asignar a elementos construidos como pueden ser los edificios (BU)), el estudio de los atributos energéticos más relevantes es imprescindible en este momento previo a la implementación de la directiva INSPIRE, tal y como ha puesto de manifiesto la Comisión Europea al definir un proyecto que estudia el potencial de la directiva en el ámbito energético: el “Energy Pilot”. CARTIF colabora en este proyecto interactuando con uno de los centros de investigación de referencia de la Comisión, el Joint Research Centre de Ispra.

*Nota para curiosos: por ejemplo, un cubo se considera 2,5D cuando está definido en vez de con ocho vértices con valores x, y, z, se define únicamente con los cuatro superiores, puesto que estos aportan el valor z frente a los vértices inferiores, donde este valor sería 0.

¿Son realmente útiles los certificados de eficiencia energética?

¿Son realmente útiles los certificados de eficiencia energética?

Seis cuestiones más para saberlo todo acerca de los certificados de eficiencia energética

Aunque a primera vista los certificados de eficiencia energética exigidos a la hora de vender o alquilar una propiedad parecen resultar un lastre para el propietario, suponen una gran fuente de información para el futuro arrendatario o comprador de un inmueble. Para elegir un nuevo lugar de residencia o local no sólo debería importarnos el precio, la ubicación o el tamaño, sino también su demanda energética, y, por consiguiente, el gasto que nos generará en un futuro. Si nos preocupan tanto estos temas cuando compramos un coche o un electrodoméstico, ¿por qué no nos vamos a preocupar cuando se trata de un inmueble con una repercusión mucho mayor?

Estas son algunas claves para entender fácilmente qué supone tener o no este certificado:

  • ¿Qué es?

El certificado de eficiencia energética es un informe, redactado por un técnico competente, que recoge una calificación global de nuestro inmueble basada en las emisiones de dióxido de carbono que estemos produciendo a través de la calefacción, agua caliente sanitaria, refrigeración e iluminación. Además, nos aporta información sobre la demanda energética proveniente de calefacción y refrigeración y el consumo de energía primaria. Al final del certificado se nos ofrecen una serie de indicaciones que podemos seguir para mejorar nuestra calificación y, consecuentemente, ahorrar en la factura.

  • ¿Qué significa la calificación energética?

La calificación que obtendremos está graduada en una escala de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente), que depende de nuestras emisiones de CO2. Esta graduación no es proporcional y, por ejemplo, la diferencia entre una calificación A y B es muy inferior a la existente entre una E o F, como se puede ver en la imagen.

  • ¿Cómo se realiza?

Un técnico competente realizará una visita a la vivienda o local donde recogerá la información necesaria acerca de los cerramientos, la envolvente, nuestro sistema energético, de producción de agua caliente y, sólo en caso de los locales, la información referente a iluminación. Los datos se introducen en una herramienta validada por el Estado (CEX, CE3X, HULC o CERMA en el caso de España), desde donde se emitirá el certificado. Además deberá incluir por lo menos dos medidas de mejora de nuestra eficiencia energética.

  • ¿Qué son las medidas de mejora de la eficiencia energética?

La herramienta de certificación energética obliga a introducir medidas de mejora, clasificadas en cuatro categorías: aislamiento, huecos, puentes térmicos e instalaciones. El técnico competente tendrá la labor de evaluar, tras los pasos anteriores, cuáles son las medidas más recomendables para aplicar en cada caso. Esto supone una auditoría energética de nuestro inmueble, que aporta información valiosísima para poder llevar a cabo una rehabilitación energética.

  • Certificación de vivienda frente a certificación de edificio completo, ¿qué es lo obligatorio?

Las certificaciones energéticas se pueden realizar tanto para edificios completos como para locales o viviendas individuales. Para edificios construidos de menos de 50 años de antigüedad (salvo especificación a nivel autonómico o municipal) no es obligatorio hacer certificaciones a nivel de edificio, por lo que lo normal suele ser que el propietario cuando tenga que alquilar o vender su vivienda o local encargue la certificación. Cabe destacar que sale más rentable una certificación conjunta del edificio que las individuales una por una.

Sin embargo, si nuestro edificio tiene más de 50 años o queremos solicitar una subvención, nos obligarán a realizar el IEE (Informe de Evaluación del Edificio) que especifica el estado de conservación, el cumplimiento de la normativa de accesibilidad y el grado de eficiencia energética de la totalidad del edificio. Y es obligatoria la certificación a este nivel en cualquier caso para edificios de nueva construcción.

  • ¿Se pueden consultar los resultados en Internet?

Solamente los datos de la calificación general son accesibles al público. Por ejemplo, para Castilla y León se pueden consultar aquí.

Aunque la expedición de certificados de eficiencia energética no es una actividad de investigación propiamente dicha, se usan mucho para extraer la valiosa información que aportan al realizar auditorías y rehabilitaciones energéticas.