Las zonas rurales, a menudo, se enfrentan a desafíos que dificultan su desarrollo. La falta de infraestructura (física y digital), las oportunidades laborales limitadas, los riesgos ambientales y la necesidad de mayor inclusión social son solo algunos de los problemas con los que deben lidiar. Sin embargo, ahora tienen la oportunidad de tomar las riendas de su futuro y transformar su comunidad en un lugar más sostenible y próspero, gracias al proyecto RURACTIVE, en el que participa el área de Patrimonio de CARTIF.

Una de las herramientas más valiosas que ofrece RURACTIVE es el Programa de Monitorización Adaptativo. No se trata solo de recopilar datos “al tún-tún”, sino de comprender la realidad y asegurarse de que las soluciones que se implementen realmente beneficien a la zona a largo plazo.

Antes de planificar un mejor futuro, es necesario entender cómo se está actualmente. Eso es exactamente lo que proporciona la Línea Base del Dynamo (que es como se han denominado a las zonas rurales participantes en el estudio). La línea base (o Baseline) proporciona un panorama detallado de las condiciones sociales, económicas, ambientales y culturales de la región. Gracias a 136 indicadores clave identificados, es posible ver con claridad las fortalezas y desafíos, desde las tendencias de empleo hasta el estado de la biodiversidad.

Esta línea base no es una fórmula genérica, sino que se adapta a la realidad de cada caso. Además, permite comparar el progreso con referencias regionales, nacionales e incluso europeas, asegurando que se mantienen alineados con objetivos de desarrollo más amplios. De entrada, esto ya supone ir un paso por delante (o dos) respecto de las formas habituales de estudiar el medio rural.


El Programa de Monitorización nos permite ir más allá de la simple identificación de problemas: nos ayuda a seguir su evolución y detectar señales de advertencia temprana antes de que se conviertan en verdaderos problemas. Los Indicadores de Alerta Temprana (o Early Warning Indicators, EWI) son fundamentales en este sentido, ya que nos dan la capacidad de actuar antes de que problemas como el declive económico o el deterioro ambiental estén fuera de control.

Al actualizar continuamente nuestra lista de indicadores, e incluir otros nuevos cuando sea necesario, aseguramos que el sistema de monitorización siga siendo flexible y adaptable. Esto significa que, a medida que la zona rural cambia, su capacidad para responder a nuevos desafíos también mejora.


Uno de los mayores beneficios de participar en RURACTIVE es que las zonas rurales no están solas en este proceso. Gracias al Hub Digital de RURACTIVE, tienen acceso a una plataforma compartida donde pueden visualizar y analizar toda la información recopilada, cuando, donde y como quieran. Esto no solo hace que el progreso sea más transparente, sino que también permite que los líderes locales y la propia comunidad participen activamente en la toma de decisiones.

Además, el proyecto fomenta un enfoque participativo, lo que significa que ciudadanos, negocios y organizaciones locales tienen voz en la definición de prioridades y la evaluación del progreso. Gracias a este programa, las zonas rurales tienen una mayor capacidad de decisión, basada en datos reales, medibles y que las retratan.

Fig 1. Programa de Monitorización Adaptativo

La figura 1 muestra el proceso completo cuando un Dynamo accede al Ecosistema RURACTIVE y se aplica el Programa de Monitorización Adaptativo. Primero, se desarrolla una línea base completa que describe la situación actual de la zona rural, basada en los valores de los Indicadores Clave de Empoderamiento Rural (o Key Rural Empowerment Indicators, KREI). Esta línea base incluye una extensa lista de indicadores, pero se adapta a las condiciones específicas del territorio que se está analizando, de forma que es rápido y fácil obtener los datos necesarios, pues se vinculan a aspectos afines y conocidos. Con la información recogida, se elabora un diagnóstico que ayuda a identificar los desafíos a los que se enfrenta y las posibles soluciones que se aplicarán en una etapa posterior en el Plan de Acción Local (Local Action Plan: LAP). El siguiente paso es ajustar los indicadores, o incluso definir algún indicador nuevo adaptado a las soluciones identificadas, y determinar cuáles van a ser los indicadores de alerta temprana (EWI). La herramienta de monitorización gestiona la recogida y procesamiento de los datos, ayudando a conocer cuál es la evolución del plan de acción local de manera periódica.


Unirse a RURACTIVE y utilizar sus herramientas de monitorización no es solo una cuestión de números y estadísticas: es la clave para transformar una región en un lugar más conectado, resiliente y próspero. Gracias a un enfoque estructurado y basado en datos, se pueden diseñar estrategias que realmente funcionen, garantizando que la innovación, la sostenibilidad y la inclusión sean la base de su desarrollo.

Para un Dynamo, este no es un proyecto más, es una oportunidad única para tomar las riendas de su propio progreso, con el respaldo del conocimiento, la colaboración y las mejores herramientas disponibles en un mundo que irremediablemente ha de ser digital e interconectado.


Maya Tasis. Titulada en Ingeniería Técnica Industrial Mecánica por la Universidad de Oviedo. Experiencia en el exigente sector de la automoción, coordinando obras industriales, proyectos internacionales y gestión de equipos multidisciplinares. Actualmente investigadora de CARTIF, donde colabora en proyectos internacionales de mejora de procesos industriales y proyectos del área de Patrimonio cultural y natural.

Francisco Barrientos
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