La ‘innflación’ (innovación + inflación) es el fenómeno por el cual el aumento de la oferta de I+D no repercute en la reducción de su precio dado que existe una demanda estimulada hacia la adquisición de esa I+D.

Gráfico de sistema de innovación
Fig1. Sistema de innovación apagado y próspero según oferta y demanda agregada

Se trata del fenómeno que nos aleja de los sistemas de innovación apagados caracterizados por la reducción continuada de los precios al existir exceso de oferta y nos permite tener sistemas de innovación prósperos caracterizados por las relaciones de transferencia a largo plazo para que la I+D generada se transforme en innovación al explotarse con éxito.

Un sistema de innovación apagado, en el que no se da el fenómenos de la ‘innflación’, se caracteriza porque los recursos públicos destinados a la generación de oferta de I+D son gasto público, porque los agentes que generan esa oferta están estresados y compiten en un océano rojo en precio. Se trata de sistemas de innovación dependientes del exterior con bajos y decrecientes niveles de productividad caracterizados por la huida del talento.

Comparativa entre sistema de innovación apagado y sistema de innovación próspero
Fig 2. Representación con imágenes de las características de sistema de innovación apagado y próspero

Se trata por tanto de implementar políticas duales de innovación que permitan sostener la oferta de I+D, pero también estimular la demanda de I+D para que los recursos públicos sean inversión y no gasto, se compita en valor creando océanos azules y no en precio, infravalorando la innovación, se cuente con agentes de I+D estimulados y eficientes, se utilice nuestra propia tecnología y se fomente nuestra independencia tecnológica, y repercuta sobre el incremento de la productividad, y la retención del talento.

La estimulación de la demanda de I+D debe realizarse con políticas sistémicas con una visión global y única que incluya:

  • Políticas fiscales de deducciones atractivas para estimular nuevos inversores en innovación.
  • Política industrial que permita aumentar los m2 de plantas productivas dotadas de tecnología propia (oferta de I+D generada).
  • Políticas de educación y empleo para crear y conservar el talento.
  • Política de comunicación e información para crear cultura, pero, sobre todo, disciplina de innovación.
  • Políticas de creación de empresas de base tecnológica a partir de la oferta de I+D generada.

La estimulación de la demanda permitirá mantener las relaciones de transferencia a largo plazo y un efecto positivo en los niveles de ‘innflación’.

Innova por ti, innova por mí, innova por tod@s.

Irene Hompanera
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