En el complejo escenario de la transición energética, emerge una herramienta que –bien entendida– puede marcar la diferencia para las pequeñas y medianas industrias españolas: el sistema de Sistema de Certificados de Ahorro Energético (CAE). Desde mi punto de vista, estoy convencido de que los CAE constituyen una palanca estratégica para que la pyme aborde la modernización tecnológica, reduzca su consumo energético, mejore su competitividad y, al mismo tiempo, participe activamente en la consecución de los objetivos nacionales de ahorro.

En esencia, un CAE es un documento electrónico que acredita que, tras acometer una actuación de eficiencia energética, se ha conseguido un ahorro de energía final equivalente a 1 kWh.

Este mecanismo crea un mercado: los sujetos obligados en el sistema energético pueden cumplir su cuota de ahorro mediante la compra de CAE, y los que realizan actuaciones de eficiencia pueden monetizar el ahorro generado.


Para una pyme industrial esto significa dos cosas fundamentales:

  • La adopción de tecnología orientada a la eficiencia energética ya no es solo un coste o una obligación regulatoria, sino que puede tener una contraprestación económica adicional gracias a la generación de CAE.
  • Un centro tecnológico como CARTIF puede actuar como facilitador, asesor, desarrollador e integrador de las tecnologías que permiten generar esos ahorros, y por tanto, ayudar a que la pyme acceda al sistema CAE con éxito.

El sistema distingue entre dos modalidades de actuación susceptibles de generar CAE: las fichas estándar (actuaciones estandarizadas) y las actuaciones singulares.

  • Las fichas estándar son intervenciones suficientemente definidas y replicables que aparecen en el catálogo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y permiten una tramitación más ágil.
  • Las actuaciones singulares son más personalizadas, no necesariamente cubiertas por una ficha estándar, y requieren metodología de cálculo propia, verificación específica, y trámites adicionales.

Para las pymes industriales esto ofrece un abanico de oportunidades: muchas medidas de eficiencia (cambio de iluminación, mejoras de aislamiento, renovación de equipos, digitalización…) pueden acogerse a fichas estándar, lo que reduce la carga administrativa y los riesgos. Pero también hay margen para proyectos singulares –por ejemplo, cuando incorporan soluciones tecnológicas avanzadas, digitalización, sistemas de monitorización inteligentes– que pueden dar lugar a mayores ahorros y no están limitados al catálogo estándar.



Desde la división de energía de CARTIF vemos tres ámbitos clave en los que un centro tecnológico puede aportar valor en el contexto del sistema CAE:

  1. Desarrollo e integración tecnológica

En nuestra área de “Eficiencia Energética” en CARTIF, ya trabajamos en multitud de desarrollos TIC para la gestión eficiente de edificios e instalaciones: modelado, digitalización, control avanzado, IA/ML para operación inteligente…

En el contexto industrial, esto se traduce en: monitorización en tiempo real, control de demanda, optimización de procesos, sistemas predictivos, diagnóstico de consumos, mantenimiento inteligente… Todas estas tecnologías pueden incrementar los ahorros energéticos que posteriormente pueden convertirse en CAE.

  1. Asesoramiento y preparación de la pyme

Muchas pymes no están familiarizadas con el sistema CAE: qué medidas pueden aplicarse, cómo estructurar la actuación, cómo calcular el ahorro, cómo tramitar la documentación. Un centro tecnológico puede orientar, preparar estudios de viabilidad, calcular el potencial de ahorro, estimar la remuneración vía CAE, e incluso acompañar en la tramitación.

Esto convierte la generación de CAE en una oportunidad realista para la pyme, y reduce barreras de entrada.

  1. Impulso y difusión regional para el tejido industrial

En Castilla y León, estamos desarrollando una serie de jornadas en colaboración con las principales administraciones públicas y asociaciones del sector energético nacional, orientadas al público industrial, precisamente para dar visibilidad al sistema CAE, sus mecanismos, oportunidades y retos.

Tenemos ya una jornada realizada en León (junto con A3e) y están programadas otras en febrero en Zamora, en abril en Salamanca, en junio en Valladolid, y culminaremos en otoño en Burgos con una gran jornada que reunirá a muchas empresas y actores clave del sistema CAE. Este acompañamiento local-regional es fundamental para movilizar al tejido de pymes industriales y que incorporen el mecanismo CAE como una palanca de inversión.



Claro está, no es todo automático. Para que las pymes industriales aprovechen realmente el sistema CAE, conviene tener en cuenta algunos retos:

  • Identificar correctamente qué medida se adapta: estándar o singular. Para muchas pymes, empezar por fichas estándar puede ser lo más sencillo.
  • Garantizar que la tecnología que se va a implantar genera ahorros medibles, verificables y documentados: aquí el asesoramiento de un centro tecnológico es crítico.
  • Atender a la documentación y la verificación: las actuaciones singulares en particular requieren más tramitación y evidencias (memoria técnica, pre-verificación, informe de verificador acreditado por Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), etc.).
  • Incorporar el CAE como parte del plan financiero de la mejora energética: calcular de antemano el ahorro, calcular cuántos CAE se pueden obtener, estimar la remuneración, Incorporar ese valor en el retorno de la inversión.
  • Visión de largo plazo: el ahorro energético no es solo “ahora”, sino sostenido en el tiempo. Las pymes deben asegurarse de que la tecnología admite monitorización, seguimiento y optimización continuada.

Para la pyme industrial de Castilla y León (y de España en general), el sistema CAE ofrece una ventana de oportunidad para modernizarse, mejorar su eficiencia energética, reducir costes y mejorar su posición competitiva. Desde CARTIF estamos convencidos de que como centro tecnológico tenemos un papel esencial: ser puente entre la innovación tecnológica y la adopción práctica en la industria, facilitar el acceso al sistema CAE, acompañar en el diseño y ejecución de proyectos y dinamizar el ecosistema regional a través de jornadas, formación y difusión.

Les animamos a que participen en las jornadas que estamos realizando en León, en febrero en Zamora, en abril en Salamanca, en junio en Valladolid y en Burgos en otoño. Concebimos estas jornadas como un espacio de encuentro donde descubrir cómo generar CAE, cómo nuestras tecnologías pueden facilitarlo, y cómo desde la pyme industrial se puede dar ese salto hacia una eficiencia energética tangible.

Borja Fernández Villar. Director de Desarrollo de Negocio de Energía

Borja Fernández Villar
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