Las baterías ante un nuevo campo de juego

Las baterías ante un nuevo campo de juego

Este mes pasado (junio 2023), los eurodiputados acordaron provisionalmente una nueva normativa para las baterías vendidas en la UE. Ya ha sido aclamada como un «cambio de juego» para las baterías, al crear un marco para fomentar una industria de baterías competitiva y sostenible en Europa.

Tras largas negociaciones, el Parlamento Europeo aprobó el pasado 14 de junio el Reglamento de la UE sobre baterías. Las baterías son una tecnología clave que desempeña un papel fundamental en el avance hacia la neutralidad climática de Europa para 2050. En este contexto, el Reglamento sobre baterías es un logro clave del Pacto Verde Europeo, en virtud del cual los 27 estados miembros se han comprometido a hacer de este el primer continente climáticamente neutro para 2050.

Pero, ¿qué es exactamente la normativa europea sobre baterías? ¿Y qué deben hacer los fabricantes para adelantarse a la normativa?

Propuestos inicialmente en diciembre de 2020, los Reglamentos de la UE sobre baterías son requisitos progresivos para garantizar que todas las baterías comercializadas en estos países sean más sostenibles, circulares y seguras a lo largo de todo su ciclo de vida. Para los vehículos eléctricos y las baterías industriales con una capacidad superior a 2kWh, los requisitos recaen principalmente en los fabricantes de baterías y se dividen entre (1) garantizar prácticas de abastecimiento más transparentes y responsables y (2) facilitar la economía circular (véase la Figura 1).

Figura 1: Hitos del Reglamento europeo sobre baterías

Adelantarse a los acontecimientos. Cómo pueden responder las empresas para cumplir la próxima normativa

La normativa entrará en vigor en 2024, lo que significa que las empresas tiene que actuar ahora para establecer las bases necesarias para cumplir y superar los requisitos:

Conozca todos sus impactos

A pesar de que, obviamente, las baterías son más sostenibles que los combustibles fósiles, no están exentas de impactos negativos. Aunque las emisiones de carbono reciben la mayor atención, los impactos asociados a las cadenas de suministro de baterías son mucho más amplios -desde el uso del agua hasta el trabajo infantil y los residuos al final de su vida útil- y esta es una de las fuerzas impulsoras del ámbito de aplicación del Reglamento de la UE sobre baterías.

Por lo tanto, las empresas tendrán que comprender la amplia variedad de impactos ambientales y sociales de sus operaciones directas y cadenas de suministro. Y para medir, reducir y/o eliminar adecuadamente estos impactos, las empresas deben desarrollar estrategias específicas y a medida basadas en su rendimiento y procesos actuales.

Priorizar la colaboración en la cadena de suministro

Aunque la fabricación de baterías en sí suele ser un proceso de gran impacto, muchos de los efectos sobre la sostenibilidad asociados a las baterías pueden encontrarse en la cadena de suministro, como las emisiones de carbono derivadas de los procesos de extracción y refinado. Por tanto, no sólo los datos son importantes para que las empresas cumplan la normativa, sino también los procesos y sistemas que permiten gestionar y mejorar la sostenibilidad de la cadena de suministro.

El Reglamento de la UE sobre baterías han tenido esto en cuenta, estableciendo requisitos para que todos los agentes económicos que comercializan baterías en el mercado europeo (excepto las pequeñas y medianas empresas) desarrollen y apliquen políticas de diligencia debidas, acordes con las normas internacionales. Por ello, los fabricantes de baterías tendrán que implantar sistemas de comunicación y colaboración con proveedores, como cuestionarios de sostenibilidad para proveedores, puesta en común continua de resultados, auditorías de proveedores de alto riesgo y programas de mejora.

Informar, mejorar y estar preparado para la comparación

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Una vez que las empresas comprenden su impacto y ponen en marcha los sistemas y procesos para mejorar la sostenibilidad de su empresa y su cadena de suministro, deben informar sobre sus resultados. Los informes normalizados son un componente clave de la legislación sobre sostenibilidad, y el Reglamento de la UE sobre baterías no es diferente.

Dado que los informes impulsan la comparación y proporcionan a las partes interesadas un mayor poder de decisión, los Reglamentos de la UE sobre baterías pretenden crear los incentivos necesarios para que las empresas mejoren sus resultados en materia de sostenibilidad. Los fabricantes de baterías pueden prepararse para ello desarrollando un enfoque sistemático de la elaboración de informes que les permita comunicar eficazmente sus impactos, sus progresos y cómo se relacionan con otros en el sector.

¿Hacia dónde vamos?

La normativa de la UE sobre baterías forma parte de un conjunto más amplio de normas mundiales destinadas a mejorar la sostenibilidad del sector de las baterías. Los reguladores de la UE todavía tienen que aprobar formalmente la normativa y elaborar directrices para su aplicación. Sin embargo, los fabricantes de baterías que quieran diferenciarse y ser líderes en sostenibilidad deben actuar ya. En resumen, pueden hacerlo invirtiendo sus recursos en comprender su impacto en la sostenibilidad junto con los requisitos de la normativa, gestionando y mejorando los procesos de sostenibilidad de su cadena de suministro e informando de sus progresos de forma estándar. Aunque esto pueda parecer desalentador, aún hay tiempo para actuar.

Si te ha parecido interesante este contenido, puedes seguir el avance del proyecto FREE4LIB, coordinado por CARTIF, que está completamente alineado con el nuevo Reglamento de Baterías.

¡Larga vida a las baterías!

¡Larga vida a las baterías!

Desde el smartphone que llevamos a diario, la tablet o el ordenador portátil, hasta cualquier otra herramienta eléctrica portátil que usamos en nuestro día a día llevan implícito el uso de un sistema de acumulación de energía eléctrica, o lo que comúnmente se conoce como baterías, en este caso baterías recargables.

Pero, ¿sabemos realmente qué es una batería, qué contiene o cómo se pueden recuperar los materiales que la hacen funcionar?

Muchas veces el desconocimiento de nuestro entorno nos provoca una mala gestión de algunos de los elementos que nos rodean cuando llegan al final de su vida útil.

Antes de conocer estos detalles, ¿sabrías decirme cuántos tipos de baterías existen en la actualidad?. Hablamos de las Níquel Metal Hidruro, Níquel Cadmio o nos centramos en las de Litio-Ion, ¿ahora mismo en boca de todos?

  • Las Níquel Cadmio se utilizan principalmente para alimentar ordenadores portátiles, teléfonos móviles e inalámbricos y algunas variedades de juguetes, pero cada vez se usan menos.
  • Las Níquel Metal Hidruro son una variedad de pilas menos perjudiciales para el medio ambiente y con una vida útil más larga.
  • Las de Litio-Ion son las baterías con mayor capacidad de almacenamiento de energía en comparación con las dos anteriores y las que actualmente más se están utilizando.

Si bien, este post se podría alargar tanto como tomos tienen algunas de las enciclopedias, aquellas que cogen polvo en nuestras estanterías de casa, la idea inicial es la de poder conocer un poco mejor las baterías de Litio-Ion y el por qué es necesario atender a la recuperación de sus materiales al final de su vida útil.

Para entender la importancia de esta necesidad de materiales se debe conocer la dependencia de materias primas que sufre nuestro continente europeo, materias primas críticas como las que encontramos en las actuales baterías de Litio-Ion como son el cobalto, níquel, litio o manganeso. Muchos de estos materiales están concentrados en lugares muy concretos del planeta, lo que crea una mayor dependencia de estos.

Bien, ya sabemos que existen diferentes tipos de materiales dentro de las baterías de Litio-Ion, pero vamos a complicarlo un poco más, pues no solo existe un tipo de batería de Litio-Ion, sino que, según su aplicación, hablamos de diferentes químicas, es decir, los componentes que conforman las diferentes celdas de las baterías se basan en distintos materiales, cantidades y concentraciones, así como diferentes morfologías. Estos diferentes, digamos modelos, están cambiando desde su invención a finales de los años 90, ya sea debido a esa dependencia de materias primas o a los avances tecnológicos. Podemos contar con hasta 6 tipos distintos de modelos de baterías de Litio-Ion. Y por si lo estabas pensando, si, esto complicará su reciclaje.

Fuente: https://enrd.ec.europa.eu/news-events/news/committing-climate-neutrality-2050-commission-proposes-european-climate-law-and_en

Ya hemos asumido que somos dependientes en cuanto a materias primas pero, además, tenemos que añadir la tendencia a la descarbonización de nuestro sistema energético, que principalmente en el sector transporte está tendiendo hacia el vehículo eléctrico, que como ya sabemos, usa baterías de Litio-Ion. El objetivo de Europa es el de alcanzar la neutralidad del carbono en 2050.

Volviendo a la pregunta inicial, ya sabemos qué materiales conforman una batería y que existen muchos tipos de estas, pero además sabemos de la necesidad de nuestra comunidad europea en cuanto a la reutilización de estos materiales, por lo tanto, tendremos que recuperar dichos materiales al final de la vida útil de las baterías de Litio-Ion, pero, ¿cómo se hace?

Existen a día de hoy 3 grandes métodos para el reciclaje de dichas baterías denominados pirometalurgia, hidrometalurgia y reciclaje directo, cuya influencia sobre la cadena de valor es la siguiente:

  • Pirometalurgia: proceso de fundición a alta temperatura, que suele constar de 2 pasos: primero, las baterías se queman en una fundición, donde se descomponen los compuestos y se queman los materiales orgánicos, como el plástico y el separador; después se generan nuevas aleaciones mediante la reducción del carbono de las cenizas.
  • Hidrometalurgia: en este proceso, la recuperación de materiales se logra mediante una química acuosa, a través de la lixiviación en disoluciones ácidas (o básicas) y su posterior concentración y purificación, mediante evaporación o separación del disolvente. La pureza y calidad de los metales extraídos se suele diferenciar en función de esa última etapa de purificación del proceso.
  • Reciclaje Directo: método de recuperación propuesto para reacondicionar y recuperar directamente los materiales activos de las baterías, conservando su estructura original.

Si atendemos a la neutralidad del carbono, el primer método dejará de ser viable a largo plazo, pues conlleva una serie de emisiones de gases de efecto invernadero asociadas, por lo que las vías más sostenibles serán la hidrometalurgia y el reciclaje directo.